Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Etxebe no se muerde la lengua
Filtraciones, cuentas de la lechera y enfoques de la ambición provocan unos reproches que alcanzan a la directiva del Tenerife sin haber renovado
Los brillantes resultados que cosechó Joseba Etxeberria nada más aterrizar en el Tenerife, que hasta ese momento estaba a un punto del descenso, dispararon la ilusión chicharrera por colarse en el playoff de ascenso. El equipo blanquiazul no ha conseguido mantener ese impresionante ritmo para culminar la escalada a los puestos que dan derecho a pelear por una plaza en Primera División, cuyas opciones matemáticas se apagaron definitivamente tras el empate de ayer en Cádiz, por lo que no ha podido llegar a engancharse del todo a esa intensa pelea. Una circunstancia que ha transformado la ilusión en frustración. Hasta el punto que el exleón ha acabado estallando esta semana en una entrevista al portal Deporpress, aunque en su comparecencia previa a la visita en Cádiz se esforzó por centrar la atención en el duelo.
Le han molestado especialmente las filtraciones de determinadas decisiones técnicas. Pero su descarga ha alcanzado también otros ámbitos, con reproches que llegan incluso a los dirigentes del club. Todo ello con el asunto de su renovación parado después de que hace apenas unas semanas los responsables del Tenerife manifestaran públicamente su deseo de contar con el guipuzcoano la próxima temporada.
Etxeberria habla claro en todos los aspectos. Considera que la derrota contra el Huesca, tras la que llegaron los tropiezos ante Almería y Reus que les ha impedido conectarse, “nos hizo mucho daño y tengo la sensación de que demasiada gente bajó los brazos y eso nos ha penalizado mucho”. ¿A nivel externo o también interno? “A todos los niveles. La gente, los dirigentes y los jugadores”, lanza, sin dejar de destacar el trabajo y el esfuerzo del grupo en determinados momentos desde entonces como en el segundo tiempo ante el Sporting.
Cuestión de “mentalidad”
Profundizando en el nivel de la plantilla, opina que es “buena”, pero “como otras quince que hay”. “Hay plantillas muy buenas, no sé, de nuestro nivel. Pero no vale solo con tener una buena plantilla, hay que tener una buena mentalidad. Parece que si hablas de humildad a la hora de trabajar y no creerte mejor que nadie renuncies a la ambición, y eso no es así. Lo que pasa es que es mucho más folclórico hablar de ascensos directos, de ambición, de a ver si sube el equipo a Primera División y puede jugar en Europa otra vez…eso queda de puta madre, pero es que no. Tienes que ir paso a paso, dar pasos firmes”, subraya, aludiendo a “un millón de ejemplos de equipos modestos con la hoja de ruta muy clara, con ambición, pero con mucha humildad. El Eibar, el Leganés, el Girona, ahora el Huesca… hay tantos ejemplos que no sé todavía por qué estamos pensando en cuentas de la lechera”. No comparte para nada esa forma de enfocar los objetivos con la calculadora en la mano marcando posibles resultados en cada jornada.
Las deficiencias que detecta afectan incluso al departamento médico y de recuperación de jugadores, que a su juicio es “mejorable” y urge revisarlo. “Es verdad que vengo de fuera y traes unas ideas. Siempre que se me ha preguntado he dado mi punto de vista, pero al final yo no decido. Intento ayudar en mi parcela, con mis ideas, las que he visto a lo largo de mi experiencia en el fútbol, y el Tenerife es un club con muchas posibilidades”, apunta.
Renovación
El hecho de que, con un promedio cercano al 60% de los puntos en juego recaudados, no haya sido ya renovado invita a pensar que el problema es que su visión choca con la de los dirigentes del Tenerife. Etxeberria deja claro que él da su opinión pero “no he exigido absolutamente nada, y no he tenido un contrato para renovar. Lo único que he hecho desde el primer día en que llegué es intentar ayudar, nada más. No he exigido nada, impuesto nada, absolutamente nada, el que diga lo contrario está mintiendo”.
Para colmo, se están filtrando desde dentro algunas de sus decisiones. Como que antes de afrontar la cita con el Reus, hace dos jornadas, ya se supiera que iba a introducir alguna variante táctica: “Estaba muy molesto, pero es que además no es la primera vez. Yo no estoy acostumbrado a eso, a hablar internamente y que salga a los medios. Me parece muy grave, no ayuda en nada a la estabilidad en la que yo creo. Eso a lo largo de la temporada son muchos puntos, no creo que ayude en absolutamente nada al Tenerife porque ya estás dando pistas al rival. No me gustan nada estas cosas”.
El exleón, a este respecto, considera que “cuando filtras algo estás pensando solo en ti, en tu culo. Eso está clarísimo y el resto de las cosas me importan bien poco, eso no es espíritu de equipo. No es espíritu de club”. Ya sea bien sea “jugador, dirigente o cualquier empleado del club”. “Encima no es la primera vez que pasa, porque he dado charlas en el hotel cuando jugamos fuera de casa y en ese traslado ya se han sabido los equipos, y eso me parece muy grave, muy grave”, concluye