Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Garitano y Machín reciben su premio
No son ni Zidane (Champions), ni Simeone (Europa League), ni Valverde (doblete), ni siquiera Marcelino (clasificado para la Champions), Setién y Calleja (clasificados para la Europa League)… pero también han encontrado el reconocimiento a su extraordinario trabajo. Pablo Machín y Asier Garitano, con sus respectivos fichajes por el Sevilla y la Real Sociedad, acaban de dar un salto de calidad individualmente como técnicos y en el escalafón de la Primera división sin que nadie se ofenda por la apreciación.
Dos casos, los suyos, muy parecidos. Entrenadores en el más amplio sentido de la palabra. De los que conocen todas las categorías. Si Asier llevó a su Leganés a la división de honor desde la Segunda B, Pablo consiguió primero no descender a Segunda B con el Girona para después dar el gran salto tras varios intentos. Ambos han demostrado valentía. Un paso adelante. Un reto atractivo.
Lo más fácil desde el punto de vista de la comodidad hubiera sido,
posiblemente, quedarse donde estaban, pero nadie mejor que ellos sabían que repetir lo realizado la pasada temporada iba a resultar casi un imposible, que los ciclos en las carreras de los entrenadores tienen fecha de caducidad y, además, que sus respectivas caras ya estaban muy vistas en sus correspondientes vestuarios.
Ahora su objetivo será diferente, luchar por las plazas europeas, con la angustia del descenso en la lejanía. A su disposición, también, unas plantillas con más posibilidades. La exigencia será mayor, pero conociéndoles no creo que ninguno tenga miedo del desafío. Ya entran ganas de ver si el Sevilla se perfila también con los tres centrales, los dos laterales largos y el cuadrado mágico en el centro del campo y si la Real Sociedad con esos jugadores de calidad que tiene es capaz de funcionar a ‘lo Asier’ como un bloque compacto