Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“EL PARTIDO EUROPEO ES ALGO INOLVIDABLE”
El derbi del pasado viernes en Lasesarre frente al Bera Bera fue el último partido en la carrera deportiva de Oihane Gil, la capitana del Zuazo, que deja el balonmano tras una etapa de diez temporadas en el conjunto rojinegro.
¿Qué le ha llevado a dejar el balonmano?
Principalmente el cansancio mental. Físicamente me encuentro bien y podía seguir jugando unos años más, pero la exigencia que tiene una competición de alto nivel, con partidos entre semana y compatibilizar con el trabajo, me ha hecho dar paso.
¿Ha sido complicado tomar esta decisión?
Llevaba un par de años pensando en dejarlo, pero al final siempre había una excusa para seguir, un año la Copa, otro Europa... al final era el gusanillo del balonmano el que me hacía seguir. Pero también sabía que tarde o temprano tenía que dejarlo y este año, que no ha sido tan bueno, ha ayudado a decidir que era el momento.
Deja atrás una década completa con el Zuazo en la que ha vivido de todo, deportivamente hablando. Sí, cuando llegué fue el año del ascenso y desde ahí he vivido muchas cosas. Los primeros años en los que se volvió a bajar, se subió de nuevo, se consolidó el equipo en la Liga Femenina, la final de la Copa, jugar en Europa. Han sido diez años seguidos y encima jugando con el equipo de casa, que es lo que todas queremos hacer. Me llevo un montón de amistades y mil experiencias para compartir.
¿Con qué se queda de toda esa trayectoria en el Zuazo?
El mejor recuerdo es el año de la final de Copa y el partido de Europa en casa. Ver Lasesarre lleno de gente del balonmano y del deporte vizcaíno... el partido europeo es algo inolvidable. En este tiempo, el club ha dado un salto enorme.
Sí, desde que empezamos con el ascenso, después tener que volver a la máxima categoría, la permanencia, ir ganando puestos cada año hasta asentarnos en la primera mitad de la tabla, la clasificación para la final de Copa y para Europa. El crecimiento está ahí.
¿Y para el futuro?
Ahora toca buscar nuevos objetivos. Creo que va a haber un proyecto de juventud, que es un paso muy importante que tiene que dar el club, dar salida a las jugadoras que se van formando. Como a todos los deportes, al balonmano le ha afectado también la crisis económica, y hacia este tipo de jugadoras creo que se debe mirar. La mayoría de los entrenadores que ha tenido en el Zuazo destacan su capacidad para rendir en diferentes posiciones en la cancha. Desde pequeña he asimilado que podía jugar en diferentes puestos, los entrenadores han confiado en lo que podía dar en unas y otras posiciones y yo sentía que podía ayudar y que me podía renovar cada año aportando el rol que se me pedía. Eso también me ha ayudado siempre a crecer como jugadora. ¿Cómo deja la Liga Iberdrola? ¿Siente que la máxima categoría femenina ha crecido durante estos años en los que ha competido en ella? La Liga ha tenido sus momentos. El nivel del balonmano ha cambiado en estos años. Comparado con otros países estamos por debajo, porque las posibilidades económicas de los clubes son las que son y la crisis se nota más en deportes que no están profesionalizados. Creo que está volviendo a subir el nivel con el regreso de jugadoras que estaban por Europa.
En cuando a visibilidad sí ha dado un paso adelante el balonmano femenino, aunque los horarios y lo que ellos provocan estén en el lado negativo de la balanza.
La posibilidad de ver los partidos en televisión es algo importante y que a toda la gente que seguimos el balonmano nos gusta. Pero hay otros aspectos que no se han cuidado en absoluto. Creo que se debería dar un pasito más y organizar mejor todo el tema de los horarios, porque alguna vez nos han hecho jugar un día laborable para que luego el partido se viera por televisión a la 1 de la mañana.
Jugar entre semana es un contratiempo que condiciona en exceso esos partidos.
Está claro, es un detalle importantísimo que deben tener en cuenta. Al no ser profesionales acaba ocurriendo que vas a un partido con menos jugadoras, porque no todas tienen la posibilidad de conseguir el día libre en el trabajo o de faltar a clases. Y no es justo que juegue un equipo con 14 y otro con 11, además de lo que condiciona en cuando a días de entrenamientos. Esto lo tienen que revisar