Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
ONCE CONTRA ONCE
Periodistas, futbolistas y clubes
Las ‘rajadas’ de los futbolistas siempre han estado a la orden del día. La diferencia ahora es que hay más altavoces. Los futbolistas son egoístas por naturaleza. No lo digo yo, lo dicen muchos de ellos a la conclusión de sus carreras. Son personas jóvenes, con mucho dinero logrado rápidamente y con gente a su alrededor intentando sacar provecho. Quizá cualquiera de nosotros reaccionaría igual.
Hemos escuchado varias declaraciones sonadas últimamente, en el Athletic y más allá. Bien por el fondo, bien por las formas. Herrerín sorprendió la pasada semana en Cope: “Mi ciclo puede estar acabado. Aquí he demostrado que puedo jugar y todavía no he conseguido la titularidad en cinco años. El año que viene habrá que estudiar todo”. El martes añadió en Onda Vasca que tiene “siete u ocho ofertas de Primera”. Un Herrerín que el 10 de enero renovó hasta 2021. ¿Qué ha cambiado en cuatro meses? Kepa prolongó su contrato doce días más tarde. Tengo una teoría loca. A ver si es que la plantilla del Athletic había interiorizado que Kepa tenía más de pie y medio fuera de Bilbao, por mucho que nos hayan querido vender historias.
Se avecina el Mundial y a varios jugadores no les hace gracia quedarse fuera. Ahí están los ejemplos de Rabiot o Nainggolan . No se sienten valorados. Lo mismo que le sucede a Oli, que se despidió después de cuatro años en el Athletic (también había estado desde alevín hasta cadete) con una dura carta: “El Athletic no me ha dado la oportunidad que creo que he merecido. Aun despreciándome como jugador, siempre diré… ¡Aupa Athletic!”. Casi siempre ‘rajan’ los que no juegan, pero las plantillas las forman 25. No estaría mal que esos mismos futbolistas dijesen: “Pues tengo que entrar yo al once y mengano debería estar fuera”. No son dardos hacia el club o el míster. Es, sobre todo, una falta de respeto, a sus compañeros.
Intentar entenderles
El mayor bombazo reciente lo dio Cristiano. Nada más ganar la Champions, sobre el terreno de juego y hablando en pasado de su etapa en el Real Madrid. Pero no se quedó ahí. En Antena 3 le comentaron que no le veían feliz y le preguntaron si era porque no había marcado en la final. El portugués respondió lo siguiente: “¿Quién fue el mejor goleador de esta Champions?, a lo mejor la Champions debería cambiar y llamarse CR7 Champions League”. Luego aseguró que fue una broma. Su tono y su cara no transmitían lo mismo. Cristiano tiene el ego subido al mismo nivel que su calidad como futbolista.
Una ‘rajada’ para comparar con lo señalado por LeBron James una vez que Cleveland se metió en la final de la NBA: “Para conseguir el éxito como equipo tiene que haber un esfuerzo de todo el equipo. El éxito es que somos un equipo. Aprendí esto desde la primera vez que cogí una pelota de baloncesto. Estamos en la final porque mis compañeros jugaron un espectacular partido”. Encuentren las diferencias.
Todas las citadas son declaraciones a observar desde diferentes perspectivas. Como periodista las celebro porque se salen de la norma. Gente sincera que no mide sus palabras por temor al qué dirán. Herrerín es un buen ejemplo. Un tipo valiente. Quiere jugar y sabe que en Bilbao lo tiene complicado. Ante todo son personas y existirán motivaciones para decir lo que dicen. Tanto Iago como Oli, quien en su carta apunta que el Athletic no le permitió salir cedido. Hay que intentar entenderles, estés o no estés de acuerdo. Es difícil ponerse en la piel de otra persona. El que seguro tuerce el morro es el club de turno. Tampoco hay que olvidar que los clubes, como entes, también tienen su vena egoísta