Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

“LO DE PERFIL BAJO DEBE SER POR LA ALTURA”

El Athletic me vio con 10 años, veraneando en Lekeitio. Sólo les pedí poder seguir jugando a pelota”

- Xabier Isasa / José Luis Lorenzo Asier Garitano Entrenador de la Real Sociedad

¿Qué sensación le genera el hecho de que la Real se decidiera por usted? No creo en las casualidad­es. Siempre he tenido una puerta abierta a la posibilida­d de que saliese la Real. Siempre he pesando que se podía dar, se ha dado y es la leche. ¿Siempre ha soñado con eso?

Siempre he pensado que se podía dar. ¿Más que el Athletic?

Sé que la gente, tanto allí como aquí, tiene el pique. En mi cuadrilla la mitad son de la Real y la otra del Athletic. Yo soy de Bergara y he venido aquí, pero me he criado en Lezama desde los 10 años y allí me lo han dado todo. Pero me ha salido la opción de entrenar a la Real. …

Cuando dije ‘no’ al Leganés, que ha sido difícil, muy difícil, lo hice sin tener nada. Allí lo tenía todo. Entrenar en Primera que es lo que siempre he querido y me ofrecían un contrato increíblem­ente bueno, sin negociar. Y cuando salió lo de la Real, no me lo pensé: ‘Vamos allí’. He tenido la posibilida­d de entrenar a otros equipos de Primera pero lo he buscado y se ha dado esto. ¿Soñaba con entrenar en casa?

Yo quería entrenar. Quería estar con los mejores. Llevo poco entrenando. Son 7 años. Empecé en Orihuela. Esa fue la primera vez que me enfrentaba a 22 tipos. Antes siempre había sido segundo entrenador. La primera vez que me puse delante de 22 tíos fue en Orihuela. Bueno, primero ante los parados de la AFE.

Para mí fue una experienci­a increíble. Raúl Navas pasó por ahí. Fue mi primer equipo. Luego Orihuela, Alcoy y los cinco años de Leganés.

A la Real le hizo una buena faena camino del ascenso en 2010 con el Castellón. ¿Lo recuerda?

Ya me acuerdo, sí, de aquel empate a cero con nueve en Anoeta. Estábamos descendido­s. Y los del pueblo me decían: ‘No serás capaz de hacérnosla... Como no ascendamos por este empate, te matamos’.

¿Le ha marcado algún entrenador? No. He tenido muy buenos entrenador­es tanto en Lezama como cuando salí fuera. En Alicante, siendo segundo entrenador, tuve a Pepe Bordalás de primero. También a Felipe Miñambres, a Álvaro Cervera, a Granero... He tenido buenos entrenador­es, de los que he ido sacando cosas. No puedo decir: ‘Me identifico con este’. Inconscien­temente me quedo con cosas de esa gente y luego he ido a ver algunos que me han parecido buenos. El tema de Emery, que es muy parecido al mío. Dejó de jugar para entrenar. Empezó en Segunda B y mira dónde ha llegado. También he ido a ver a Mendilibar. Se tienen que dar muchas circunstan­cias para llegar a Primera. Es complicado. ¿A Roberto Olabe le conocía?

A Olabe le conozco de cuando jugaba en el Salamanca (1992-1995). Estuve a punto de firmar por aquel equipo que entrenaba Lillo y que subió de Segunda B a Primera. Luego conozco toda su trayectori­a como entrenador, y, últimament­e, he coincidido con él en Madrid porque en el Leganés siempre jugábamos en pretempora­da contra el Atlético, donde jugaba su hijo, que yo no sabía que estaba en el Atlético. A raíz de eso hemos coincidido bastante en Madrid. ¿Cuándo le contactó por primera vez la Real?

He tenido varias reuniones. Primero con Roberto, en la que me preguntó ‘’¿Qué idea tienes Asier?’ Tenía la idea de dejar Leganés pero hasta salvarnos matemática­mente no quería confirmar nada. Lo máximo que le dije fue: ‘Si salgo de Leganés quiero hacer algo diferente a lo que he hecho hasta ahora’. Luego han coincidido la idea mía con la de la Real.

¿Cuando jugó en Anoeta sabía que iba a fichar por la Real?

Que iba a dejar Leganés, sí, pero a donde iba a ir, no.

¿Le costó decir ‘sí’ a la Real? No. Sabía lo que quería y si venía a la Real, lo que había que hacer. Hemos competido contra ellos, conozco la plantilla y conozco lo que quiere la gente de aquí: potenciar la cantera y equilibrar­lo con refuerzos para intentar estar cerca de los mejores. Era más cuestión de que la Real se decidiera. Mientras, me podía surgir que otro equipo me apremiara para firmar y yo, inconscien­temente, les daba largas porque quería la Real.

Mi primera opción, mi prioridad, era la Real y por eso estoy contento. Si hubiera firmado por otro equipo diría lo mismo pero sería mentira. ¿Estaba nervioso en la presentaci­ón?

Yo en ese escenario me siento bastante cómodo, pero era diferente, caras nuevas, no sabes por dónde van a ir los tiros. A partir de ahora será todo más natural, yo quiero seguir siendo así aquí también.

¿En el club conocía a alguien?

A Imanol. Es muy amigo de Estéfano Izagirre, el de las angulas, un lateral izquierdo que jugó en la Real (1991 y 1994). Yo jugué con Estéfano en el Alicante. He jugado con o contra muchos de los que han pasado por aquí: Alkiza, Unai Emery... Tendré una conversaci­ón con Jagoba (Arrasate) porque él conoce esto muy bien. Con Imanol ya he estado…

¿Suena Jagoba para el Leganés? Creo que esperan a Pellegrino pero el perfil de Arrasate o el de Gaizka Garitano, gente que ha estado en Segunda, pero que tiene experienci­a en Primera o en Europa, encaja muy bien en Butarque.

¿Le molesta que a ese tipo de entrenador se le califique de perfil bajo?

Es que eso no sé qué es. Cuando leo eso pienso que debe de ser por la altura. Yo lo que entiendo es que hay que ir a los sitios e intentar dar con la clave para conectar con la gente, sacando el máximo rendimient­o a lo que hay. No es lo mismo la Real, el

Mi primera opción era la Real y estoy contento. Si hubiera firmado por otro equipo diría lo mismo, pero sería mentira”

Hay que ir a los sitios, intentar dar con la clave y conectar con la gente, sacando el máximo rendimient­o a lo que hay”

Siempre he tenido una puerta abierta a la Real. Siempre he pesando que se podía dar, se ha dado y es la leche”

Cuento con todo el mundo y les voy a pedir que estén convencido­s desde el principio, no que a medio camino busquen otra historia”

No creo en los sistemas, sí en los espacios. Cuando tengo el balón, cuáles me interesa ocupar y con qué gente”

Quiero competir con los mejores, no sólo estar, que ya lo tenía en Leganés. Y la Real me da esa posibilida­d”

Betis, Las Palmas o el Leganés. Hay que coger toda la informació­n de lo que ha funcionado en esos sitios e intentar conectar. No sé si eso es alto, bajo o medio… y me da igual. Yo sé lo que quiero. ¿Qué es lo que quiere?

Competir con los mejores, no sólo estar, que ya lo tenía en Leganés. He notado que las diferencia­s son grandes y la Real me ofrece la posibilida­d de estar más cerca de los mejores. ¿Cree mucho en la táctica?

Sí. Cada partido es una guerra diferente y es importante qué vas a hacer para ganar al rival. ¿Coaching?

Quiero incorporar­lo. He tenido experienci­as con gente buena y quiero incorporar­lo a la Real. ¿Es partidario de algún sistema de juego concreto?

No creo mucho en los sistemas, sí en los espacios. Cuando tengo el balón cuáles me interesa ocupar y con qué gente. Y cuando no lo tengo, qué espacios quiero ocupar para que donde creo que el rival es bueno, sea menos bueno. El sistema sirve para la primera foto, pero cuando el balón rueda no hay sistema, hay espacios. Trabajaré diferentes situacione­s. ¿Qué le parece la plantilla?

Me parece una buena plantilla a la que le hace falta algo de equilibrio en algunas posiciones. ¿Cuenta con todos?

Yo cuento con todo el mundo y les voy a pedir que estén convencido­s desde el principio, no que a medio camino busquen otra historia. ¿Qué le ha parecido el Sanse?

Que están muy bien trabajados, lo que quiere decir que han tenido muy buenos entrenador­es. ¿Le sirve alguno?

¿En la primera plantilla cuántos

guipuzcoan­os y canteranos hay? Un montón. Y en muchos casos en los mismos puestos. Algunos son muy jóvenes pero son parte de la Real. ¿Le preocupa jugar fuera los tres primeros partidos?

Es así, lo conoces y hay que adaptarse. No es lo mejor ni lo aconsejabl­e pero es lo que hay, todo el mundo tiene que ser consciente de ello ¿Quién es Asier Garitano?

Soy de Bergara. He hecho aquí toda mi infancia, pero llevo los últimos 25 años fuera. Soy de casa, pero no he estado aquí. Nací en la calle Zubieta de Bergara y en el pueblo nos conocemos todos. Los últimos 25 años he estado poco tiempo por allí. En navidades, en junio para ‘sanmarcial­es’, pero poco más. He tenido pocas vacaciones en los últimos años. ¿Se acostumbra uno a eso?

Sí. Sigo teniendo los mismos amigos.

Los últimos años sí he venido. En Segunda B, por ejemplo, al Leganés le tocó el grupo del País Vasco y cada 15 días estaba aquí. En Segunda, también nos coincidier­on equipos de aquí y en Primera hemos jugado contra Athletic, Alavés, Eibar, Osasuna y la Real. ¿Fue a la ikastola?

Sí, a la ikastola Aranzadi. Hice la elemental. Era ‘vaguillo’, como en el juego. Desde que entré en el Athletic he tenido bastante suerte y sigo con el fútbol. ¿Ya destacaba en esa época?

Los deportes se me han dado bien. Dicen que jugaba bastante bien. Pero siempre he tenido el gusanillo de entrenador. Lo tenía claro y se dieron las circunstan­cias. El presidente del Alicante me dijo que en el momento en el que decidiera colgar las botas, lo único que tenía que hacer era cambiarme de sudadera y ejercer de entrenador. Mientras tanto yo iba sacando los carnets y ya tenía trabajo. No he hecho otra cosa. ¿Dónde conoció a su mujer?

Es de Bergara, de la cuadrilla. Yo creo que nací casado. Cuando decidí no renovar en Eibar porque quería salir para ver otras historias, ya estaba ‘arrejuntad­o’. Tuvimos el crío en Alicante y luego decidí casarme y ahí seguimos. He sido un casado sin papeles. Ahora los tengo, pero he sido un casado toda la vida. ¿Cómo fueron sus inicios como futbolista?

En aquella época no es como ahora. Antes solo teníamos bicicleta, la pelota y un balón. Yo soy de Bergara, pero mi madre es de Angiozar, un pueblo pequeño, a cuatro kilómetros de Bergara y allí no había otra cosa. Ibas a misa y en el pórtico de la iglesia había una txapa para jugar a la pelota y cuando te cansabas, tenías dos porterías pintadas y jugabas a fútbol. No habría más de 12-13 niños en el pueblo. Cuando me cansaba de jugar a la pelota, lo hacíamos a fútbol y cuando me cansaba del balón, cogíamos la bici y al río. No había más. Se me daba bien, la pelota y el fútbol. …

En Bergara no me dejaban federarme a las dos cosas. Entonces dije, fuera el fútbol. Quería jugar a la pelota. Veraneamos un año en Lekeitio y es donde, jugando con los de la cuadrilla, había ojeadores del Athletic y me dijeron: ‘¿Te importa venir a Lezama a hacer una prueba?’ Se lo comenté a mi madre y me dijo que él me llevaba. Me presenté en Lezama con 10 años. Había partidos de fútbol y a mí me metieron en un equipo de Astrabudua, en un buen equipo. Firmaron a cinco o seis de aquel

equipo. La única condición que puse es que me dejaran jugar a la pelota. Si no me hubieran dejado, tampoco hubiera firmado. Con 10 años ya estaba en Lezama y llegué hasta los 22, con el Bilbao Athletic en Segunda. Pese a todo, yo con diez años venía a Atotxa a ver a Gaztelu. Mi padre, a ver a Gaztelu y yo a López Ufarte. ¿Qué tal futbolista era?

Entendía bien el juego. Sabía lo que tenía que hacer en cualquier posición. Toda la vida me ha gustado. Yo creo que veía las cosas. Dicen que jugaba bastante bien, pero no vale con eso para el alto nivel. Me faltó mentalidad. Lo tenía todo, estaba en un sitio increíble, con muy buenos entrenador­es, pero para haber dado otro punto más, igual me faltó algo, pero estoy contento. Desde su salida de Lezama dio muchas vueltas…

La verdad es que sí, pero eso te enseña mucho. Yo siempre lo digo. A los vascos nos cuesta salir. Creemos que esto es la ‘hostia’. Lo es, pero hay más cosas fuera, otra gente, otra forma de ver las cosas. A mí me ha enriquecid­o mucho haber estado en tantos lugares. ¿A cuánta gente conoce?

Yo qué sé. La gente me dice: ‘Eres un mítico’ Conozco a mucha gente. Yo jugué con Onésimo en el Burgos. Es un fenómeno, muy gracioso. ¿Ha perdido dinero en Segunda B porque no le pagaban?

Después de toda la vida en el País Vasco, que no había ni que preguntar para cobrar, como en el Athletic o en el Eibar, donde te daban todo hecho y no tenías que preocupart­e por nada, la primera vez que decidí salir fuera fue Cartagena. Me fui un 10 de agosto. Mi mujer estaba buscando piso y yo me presenté, me hicieron las fotos y el primer entrenamie­nto era por la tarde. No se me va a olvidar nunca. Estaban todos reunidos y entra el presidente. Nos habían presentado a Rafa Bono y a mí, y dice: ‘Que sepáis que no hay dinero y que no vais a cobrar en todo el año, menos Rafa Bono y Asier, que han fichado hoy por la mañana y les voy a pagar una mensualida­d’. Rafa Bono dice: ‘Si los demás no cobrar, yo tampoco’. Me pregunta a mí y digo: ‘Lo mismo’. Y se despidió diciendo: ‘No vais a cobrar en todo el año’. No veas la cara que se me quedó. Fue un año increíble, jugamos el playoff, pero no cobramos. Luego recurrías a la AFE y casi siempre cobrabas. Experienci­as como esas, ha habido muchas. Luego fui al Cádiz del difunto Jesús Gil y Gil. Era otra historia. Experienci­as increíbles. Creo que el panorama en Segunda B ha ido mejorando

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