Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Iker Vicente destrona a Atutxa II
El joven navarro gana la Urrezko Aizkolari Individual tras superar en la final al de Dima, campeón en 2016 y 2017, y a Larrañaga
El nuevo campeón de la Urrezko Aizkolari Individual tiene 20 años y es Iker Vicente. 24 minutos y 44 segundos necesitó el joven talento de Otsagabia para superar por 21 segundos al campeón de las dos últimas ediciones, Aitzol Atutxa, y en 4 minutos 44 segundos a Mikel Larrañaga en la final celebrada en el frontón Izarraitz de Azpeitia. Es su primera gran txapela y todo apunta a que no será la última.
Aunque sólo ganó dos de los cinco trabajos de la final, el navarro se benefició de la regularidad y de su arreón en la primera labor con el tronco vertical y en la prueba de velocidad sobre un ‘oinbiko’. Vicente obtuvo una ventaja de medio minuto que administró pese a la reacción de Atutxa II. Larrañaga, el aizkolari local que cortaba en su pueblo, estuvo muy lejos siempre de la txapela.
El primer deber de los cinco para los tres finalistas era cortar a la mayor velocidad posible un kanaerdiko. Toda una lucha contra el cronómetro, no sólo contra los dos rivales. Dos segundos separaron a Atutxa II, primer líder de la final, de Vicente, con Larrañaga perdiendo tiempo desde el principio.
El primer tronco vertical estableció las primeras verdades. Con una espectacular actuación, Vicente invirtió 25 segundos menos que Atutxa II en la labor. Larrañaga se quedaba ya fuera de la lucha por la txapela, a minuto y medio.
La final se decantó para Vicente con el corte del ‘oinbiko’, la pieza más grande del concurso, de la que salió con 57 segundos de renta sobre Aitzol Atutxa.
Otro tronco vertical y la posterior cortada de pie ponían a prueba el minuto corto que Vicente tenía en el bolsillo ante el vizcaíno. En efecto, Atutxa hizo de la necesidad virtud, arriesgó y recortó distancias. Pudo parecer incluso que Vicente desfallecía porque tardó más que Atutxa y Larrañaga, por lo que su tiempo total se reducía a medio minuto.
En concreto, 28 segundos antes del trabajo final de fondo, sobre cinco troncos. Atutxa salió a por la remontada y dominó el primer corte. En el segundo, la pelea se igualó muchísimo y Vicente acabó un segundo antes que el arratiarra, a quien se le atragantó el ‘oinbiko’ que marcaba el ecuador de la última labor. Con una ventaja acumulada superior al minuto, el de Otsagabia pudo contemporizar, mientras Atutxa lo daba todo en busca de una voltereta que no logró, pese a que sí acabó primero la última prueba. La emoción duró apenas seis segundos, los que separaron el último hachazo de Atutxa del que rubricaba el título de un Vicente que ya no es una promesa, sino una flamante realidad