Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un nuevo reto para los laterales habituales
De Marcos y Balenziaga quieren resarcirse de una campaña condicionada por sus latosas lesiones
Las lesiones les han mermado hasta límites insospechados. Nadie podía pensar, por ejemplo, que Mikel Balenziaga estuviera casi tres meses parado a consecuencia de una dolencia de tipo muscular en el derbi de San Mamés. Otro tanto se puede decir de Óscar de Marcos, un jugador que parecía casi indestructible y que en el ejercicio recién acabado se ha perdido un buen puñado de encuentros. Con la llegada del siguiente curso tanto al de Zumarraga como al del Laguardia se les presenta un reto para sacarse un poco la espina en un contexto en el que la competencia será aún mayor con la llegada de nuevas caras.
En el caso de De Marcos, los partes médicos acerca de su estado físico han sido una constante. Y encima desde el comienzo de la temporada. “En las pruebas complementarias efectuadas se ha detectado un esguince de grado II en el ligamento deltoideo de su tobillo izquierdo. Permanece inmovilizado y comienza su proceso de recuperación”, así rezaba el comunicado ofrecido por el club el 22 de agosto. Peor no podía empezar la temporada: solo duró 16 minutos ante el Getafe en el partido inaugural.
Vuelta a las andadas
Volvió tres meses después ante el Depor. “Debido a la persistencia de sus molestias en el tobillo izquierdo, recibirá tratamiento con infiltraciones en dicha articulación. Su período de baja dependerá de la respuesta a dicho tratamiento”, decía el comunicado del 3 de octubre
En Riazor, otro palo. Fue relevado a los 54 minutos. “Presenta una contusión-entorsis de la articulación metatarso falángica del primer dedo del pie derecho”, decía el parte. Para que no faltara de nada a finales de año más de lo mismo. “Evoluciona favorablemente de la hiperflexión dorsal de los dedos del pie derecho sufrida el pasado sábado en San Mamés”. Se había lastimado ante el Real Madrid.
El año 2018 también empezó con problemas tras jugar ante el Alavés a comienzos de año. “Tras las exploraciones y pruebas complementarias realizadas, se objetiva una lesión miotendinosa proximal de carácter moderado (grado II), en la musculatura isquiosural de su pierna derecha”.
Ante estas circunstancias no es de extrañar que la presencia liguera del alavés haya bajado con respecto a otras campañas: 1.660 minutos después de 21 partidos frente a los 2.153 del ejercicio anterior tras 27 encuentros.
Un derbi costoso
En una situación similar se ha encontrado Balenziaga, para el que el derbi de San Mamés del 16 de diciembre significó una zancadilla de unas considerables consecuencias. A los 69 minutos tuvo que abandonar el terreno de juego para ser relevado por Saborit. El lateral de Zumarraga no volvió a la actividad hasta el 31 de marzo ante el Celta en Bilbao. “En las pruebas efectuadas se le ha detectado una rotura miofascial distal profunda, grado II, en el recto anterior del cuádriceps derecho”, rezaba el parte médico ofrecido por el club.
La lesión fue muy seria, como reconoció en alguna ocasión el defensa guipuzcoano, que en el tramo final de la competición también se vio salpicado por las lesiones. Disputó su último encuentro de Liga precisamente ante la Real Sociedad en Anoeta,. allá por el 28 de abril. Desde entonces se quedó ayuno de minutos.
Con Capa y Ganea, más Andoni López, la competencia crece en sus puestos
Apretarán
¿Qué le pasó? “Lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda”, aclaraba el parte médico oficial. Se perdió así los últimos 3 encuentros ante Betis, Alavés y Espanyol. El lateral acabó con 1.553 minutos en Liga después de 18 partidos, lejos de los 2.851 en 33 duelos de la temporada anterior.
Ahora con la llegada de Ganea -y quién sabe si Andoni López se queda-, Balenziaga deberá apretar más aún si cabe para asentarse en un puesto para el que habrá competividad, como en el caso de De Marcos con Lekue y Capa