Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Berizzo vuela sobre el nido de Kuko
A rey muerto, rey puesto. Del relevo en el banquillo del primer equipo del Athletic poco nuevo se puede añadir ya a estas alturas de partido. Menos aún tras trascender públicamente esta misma semana que desde el club rojiblanco se habló antes con
Mendilibar que con el propio Berizzo para ocupar la plaza vacante de Ziganda. El renovado míster del Eibar, cuentan desde la localidad armera, corrió el riesgo de quedarse incluso sin uno u otro destino dada la indefinición reinante en la entidad de Ibaigane.
El argentino, fuese como fuese el origen de la historia, ha aterrizado en Lezama para ejercer de entrenador del primer equipo. Lo ha hecho además con todo su equipo. Un grupo de trabajo integrado por otros cinco nuevos profesionales que, directa o indirectamente, pasa a ingresar en la nómina rojiblanca. Cosas del llamado fútbol moderno. Hasta aquí, por tanto, nada nuevo sobre el horizonte.
Lo que más inquieta de esta historia, desde la perspectiva global del Athletic, son los daños colaterales que genera un relevo masivo de este calibre. Ziganda, banquillo del primer equipo al margen, había demostrado ser un profesional capacitado para hacer una gran labor en Lezama. Su llegada al Bilbao Athletic, sin menospreciar el trabajo de sus antecesores, se tradujo en el salto bien a Segunda A bien a Primera de más de una treintena de cachorros: Kepa, Yeray, Núñez, Williams, Lekue, Sabin Merino, Córdoba, Unai López, Eraso, Vesga, Villalibre, Saborit, Eguaras, Serantes, Bustinza, Albizua, Morán, Eizmendi, Ruiz de Galarreta, Guillermo, Laporte, Aketxe, Iru, Undabarrena, Jonxa...
No hubiese estado mal, bajo tal perspectiva, haber convencido al navarro para que continuase vinculado a Lezama, al trabajo de cantera. Disponer en la casa de profesionales capacitados para hacer viable la siempre complicada transición del fútbol formación al de elite (o casi), nunca está de más en un club cuyos principales activos a nivel futbolístico deben salir de la propia casa. Pero Ziganda, bien por decisión propia bien por falta de propuesta, ya es historia en el Athletic.
Si no quieres taza...
Más allá del primer entrenador, se hace muy duro digerir que todo su grupo de trabajo haya tenido que abandonar Lezama con otro año de contrato firmado de antemano y sin oferta de continuidad alguna. Bingen Arostegi, Imanol Etxeberria e Iban Urkiza (en el caso de este parece que sí se le abrió una pequeña puerta a seguir, aunque no ha trascendido si se concretó o no) también eran activos a tener en cuenta en el trabajo de formación del Athletic. Profesionales con muchos años a sus espaldas en la cantera rojiblanca.
Desde el club, sin embargo, se ha optado por mandarles al paro para dar cabida al grupo de trabajo de Berizzo. Una solución coyuntural. Una apuesta de presente sin reparar en futuro. Cuando se acabe el mandato del nuevo míster, ¿no se volverá a apostar por otro entrenador de la casa? Pues de ser así, habría que ‘fichar’ también nuevos técnicos para Lezama porque los que había, no se sabe muy bien por decisión de quién, salieron porque no debían valer