Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“INIESTA VIENE POR LO QUE NOS DARÁ”
Julen Lopetegui cuenta las horas que restan para el debut de España en el Mundial. Convierte la responsabilidad en ilusión y afronta todas las preguntas que le planteas desde la reflexión y la tranquilidad. No hay silencios. ¿No le parece que el Mundial no llega nunca. Las finales europeas, la lista, los amistosos…? ¿Qué no llega nunca? Sí, llega, llega. Sin ninguna duda. Nosotros ya nos sentimos dentro. Los prolegómenos son largos, pero para nosotros el Mundial comenzó hace mucho tiempo. ¿Desde cuándo?
Desde la clasificación prácticamente. Cada etapa tiene sus momentos, vas quemando etapas con más intensidad lógicamente en estos últimos meses más cercanos. ¿Todo está preparado? ¿Todo está dónde usted quería?
Sí. Sin duda. Existe un punto importante que es la lista, que es un hito que todo el mundo espera y que tienes que dar obligatoriamente. Es un punto doloroso. Dejas jugadores importantes fuera, pero también es el punto álgido en el que tienes que elegir los que nos van a representar. La lista es lo que más se nota cara al exterior, pero paralelamente tienes que dar contenido a toda la preparación. Un trabajo que no se ve pero que forma parte de lo que es un Mundial. Aunque no lo pueda parecer un acontecimiento como este conlleva un trabajo de muchos meses.
Como seleccionador, ¿qué prefiere afrontar el partido más complicado de su vida o tener que confeccionar una lista de 23 en la que se van a quedar fuera media docena de jugadores de un nivel extraordinario?
Un partido, un partido… Prefiero estar sentado en un banquillo por complicado que sea el encuentro que en la mesa en la que estaba hace un par de semanas. Sin ninguna duda. Ahí es donde nos gusta estar. Es para lo que estamos en el puesto, para dirigir y afrontar los partidos importantes. Lo otro forma parte del trabajo y tenemos que asumir nuestra responsabilidad. No me importa señalarlo como un momento, incluso, desagradable porque hay chicos que se quedan fuera y han hecho méritos para estar y merecen estar. Además, dejas fuera a personas a las que tienes cariño y tienes que tomar esa decisión. Desde mi punto de vista lo hago pensando que donde uno no entra, entra otro que también se lo ha ganado.
Vamos que un Mundial o una Eurocopa, sin tener que decir tú sí, tú no… sería el paraíso perfecto. Sí, pero se tiene que pasar por ese trance. No es nada que nos sorprenda. Los elegidos no llegan por casualidad, llegan después de muchos momentos de análisis y de darle muchas vueltas. Que eso nadie le dude. Tanto como para que alguna decisión la tomara justo la noche anterior… Sí, sí, sí… No es tan inhabitual en el mundo del entrenador. Hay decisiones que se toman con mucho tiempo porque las tienes muy claras y otras menos. Y seguramente en la búsqueda de respuesta a las dudas que tienes, las reflexiones que haces en las últimas horas te permiten alimentar la decisión, confirmarla, asegurarte de qué es la mejor. No está mal madurar las situaciones hasta el último momento. Hay decisiones finales que dependen de pequeñísimos detalles. Dudas. Por momentos tiras para un lado, por momentos para otros, hasta que no queda otra, tienes que decidir.
En su caso particular, benditas dudas. Tiene que elegir entre Odriozola y Sergio Roberto, entre Monreal y Marcos Alonso, entre Morata y Rodrigo… Por no seguir dando nombres. Tiene usted tanto y tan bueno para escoger que decide con una red debajo. Pero aún así tiene una dosis traumática, de choque, ¿verdad? Forma parte de nuestro trabajo y lo asumo como tal. Tampoco le doy ya más vueltas de las necesarias que, como le he dicho, ya han sido muchas. El momento no es agradable pero como profesionales tenemos que hacerlo y además ahora que ya ha pasado no quiero seguir dándole más vueltas.
La decisión, por ejemplo, de los ocho defensas y los tres delanteros-delanteros, en lugar de siete y cuatro, ¿es de la última noche o estaba pensada de antes? Esa estaba tomada con anterioridad. Estaba más clara. Teníamos una idea clara de los jugadores que necesitábamos y de acuerdo con ella elegimos.
Observamos la relación de jugadores y vemos que ha tenido en cuenta la polivalencia de algunos de ellos para jugar en varias posiciones sin que su rendimiento quede mermado... Puede que a alguno precisamente esa polivalencia demostrada ya en su equipo puede haberle perjudicado a la hora de estar aquí. Me refiero concretamente a Sergi Roberto.
Ningún jugador es castigado por su polivalencia. Simplemente en el caso de Sergi tomamos una decisión en aras de otro jugador. Nada más. No busque más. Las decisiones no van en contra de nadie. Van a favor del jugador que decimos que venga. El tema de Sergi es claro. Es un chico que conocemos muy bien y que tiene condiciones futbolísticas excelentes, que puede jugar en varias posiciones, pero lleva asentado en el lateral derecho y además con muy buen rendimiento. Hemos decidido que venga Odriozola porque en los últimos partidos que estuvo con nosotros nos convenció, pero no porque Sergi no tenga capacidad. Al contrario, es un excelente jugador al margen de un gran chico. Aunque sé que no le gusta individualizar, comprenderá que le tengo que preguntar por el hombre del mes, por no decir del año. ¿Qué Iniesta contempla, Andrés abrumado por todo lo que le está pasando o un jugador absolutamente concentrado y metido en su papel de hombre clave en el equipo?
El Iniesta que espero es que el que he visto durante toda la temporada y el que ha estado siempre con nosotros. Es un jugador absolutamente vigente con
una madurez futbolística y personal muy grande y con un presente competitivo muy importante del que intentaremos sacar provecho. Creo que no hay que dar demasiados barnices a su actual momento. Hay que enfocarlo todo desde la normalidad y estamos mucho más pendientes de lo que nos pueda dar, de lo que nos ha dado. Lo que nos ha dado ya ha pasado. Lo que nos va a dar será mucho, como estamos esperando y como así va a ser. Por eso viene. Ningún jugador viene por lo que nos ha dado en el pasado, sino por lo que nos puede dar. Sin ninguna duda. Si no le pregunto por Piqué, reviento. ¿Qué Gerard espera, un hombre a quien le pueda influir el hecho de jugar los últimos partidos con la selección o un Gerard que actué con la profesionalidad y personalidad con la que se ha comportado hasta ahora en la selección? Gerard llega con una motivación altísima, como todos sus compañeros. Estar en un Mundial les ilusiona y les va a exigir dar lo mejor y estar a un gran nivel para ser competitivos. Él va a estar en esa línea. A partir de ahí no hay mucho más que decir sobre Piqué. Trataremos de crear el contexto adecuado para que Gerard haga un gran Mundial. Volvamos a los elegidos. Ha insinuado que alguno está aquí por detalles mínimos, incluso puede que para un partido determinado o para una situación táctica exacta y concreta... En cada decisión de cada jugador hay un análisis y una reflexión. Todos ellos tienen argumentos sobrados para estar con nosotros, pero debemos encontrar también nuestras sensaciones y ahí entran las que puedas tener en cada partido, tal y como se plantean de antemano y el grado de dificultad que tienen. Y a partir de ahí es donde eliges. Lo que sí tengo claro es que las listas, la elección de estos hombres, antes de jugar no son ni buenas ni malas. Hay que hacerlas buenas durante el Mundial. Estoy seguro que si con determinados jugadores hubiese tomado otra decisión, también la tendríamos que hacer buena allí, jugando los partidos, no hablando entre nosotros. Y también tendríamos unas magnificas elecciones. No tengo la menor duda. Pero usted no ha notado que en líneas generales ha existido un respeto profundo y una comprensión generalizada sobre su decisión final. Sólo mínimos comentarios del seleccionador que cada uno de nosotros lleva dentro desde que nació y poco más. Sí. Como usted dice todos tenemos nuestra idea futbolística. Usted tiene la suya y sus jugadores favoritos y otros tendrán otros, pero sí, en general, creo que todos han entendido que éramos nosotros los que teníamos que decidir y lo hemos hecho desde el trabajo y el análisis. Tampoco estoy muy pendiente de lo que se dice o no se dice. No me gusta estar atento de la parte de todo esto en la que no tengo control. Pero sí es verdad que he sentido respeto con lista y desde que he llagado al cargo. ¿Y qué significa afrontar el Mundial con la renovación por dos años asegurada? ¿Se siente más seguro, más tranquilo? Es un hecho evidentemente de confianza hacia mi persona y hacia nuestro trabajo. No era algo prioritario. Lo importante de verdad era preparar el Mundial y centrarnos en ello, pero ha existido voluntad por ambas partes y eso significa que la Federación cree en nosotros y nosotros creemos en lo que estamos haciendo y podemos seguir liderando las generaciones que están llegando. Es algo que nos apetece y nos llena. Pero también quiero decir que la seguridad no te la da un contrato. Yo no voy a cambiar de forma de trabajar porque tenga dos años más. La seguridad te la da el trabajo y saber que lo estás desarrollando de la mejor manera posible e intentando responder a todas las situaciones que se puedan presentar. ¿Le preocupa la edad de algunos jugadores que están en la treintena o por encima, o más especialmente algunos casos particulares de los que hablábamos antes como pueden ser el de Piqué, el de Iniesta...? Una de las cosas que se aprende como entrenador rápidamente es que no puedes mirar a medio-largo plazo, tienes que mirar al corto. Y nosotros en el corto plazo nos centramos en sacar lo mejor de los jugadores que tenemos, y los jugadores que me cita son jugadores vigentes absolutamente, son jugadores a los que trataremos de generarles las mejores condiciones para que puedan generar un gran Mundial. Eso es lo único que me preocupa. Luego, lo que tenga que venir, vendrá. Y hablaremos después pero no antes
Usted ha repetido muchas veces que más allá de los hombres, de los sistemas, lo realmente importante es el estilo de juego. Y el estilo de la selección es reconocible e irrenunciable. El estilo no cambia, como usted dice. La base del juego que tenemos está bien delimitada, lo que hemos querido y hemos pedido a los futbolistas, ya está, ya lo tenemos. El cambio de un jugador u otro no varía casi nada, ni en lo que les pedimos, ni lo que nos pueden dar. Cuando se habla de un estilo parece que es algo inerte, que está ahí. No. Los estilos hay que alimentarlos. El estilo no te gana nada. Sino lo que tú le des. El estilo es una manera de concebir el juego, pero ese juego tienes que desarrollarlo en todos los aspectos. Si no se queda en una foto. Nada más. El estilo lo marcan los futbolistas.
En ese aspecto lo que está claro es que las condiciones del jugador español que tratamos de traer son cercanas a un contexto de tener el balón, de llevar la iniciativa, de jugar en campo contrario... pero tampoco lógicamente tenemos que cerrarnos a jugadores que tengan otra características y que entendamos que puedan mezclar también con nosotros. En el fútbol, una de las situaciones a las que tienes que estar muy atento es a su evolución, va muy rápida y también la propia formación de los jugadores va cambiando y con ella los perfiles de los jugadores. Cuando mira el equipo qué tiene, los que están sobre el campo y los que se quedan en el banquillo, usted piensa que tiene un ‘equipazo’, aunque no lo diga públicamente. Yo siempre he demostrado mi admiración por el grupo que tenemos, por los hombres que manejo y el equipo que tengo. No tengo ninguna duda yo, ni creo que tampoco la tengan ellos. Pero, a partir de ahí, estoy seguro de que los seleccionadores de otras selecciones también tienen esa admiración por sus equipos y todos trataremos de enfocar esa admiración, esa ilusión y esa confianza que tenemos en ser capaces de llegar muy bien preparados y competir al máximo nivel en una competición que no te permite ningún error. ¿Qué significa afrontar el torneo desde la posición de favorito, ganada a pulso por todo lo bien que se ha hecho durante la fase de clasificación y en los amistosos de estos dos últimos años? ¿Es una ventaja o una responsabilidad acumulada?
El problema es que usted lo enfoca todo mucho hacia fuera y nosotros lo enfocamos todo hacia dentro. Todos, los jugadores también. Intentamos mirar para el equipo no hacia lo que dicen de nosotros. Tenemos en cuenta lo que le hemos dado al equipo colectivamente e individualmente y qué es lo que queremos dar en cada partido. Queremos intentar seguir creciendo en esa sintonía que tratamos de tener. Seguimos buscando los mejores contextos para que los jugadores desarrollen mejor sus condiciones. Nada nos va a separar de ese fin. De lo que ha sucedido hasta ahora estamos contentos...
Satisfechos...
No, he dicho contentos. Ahora tenemos un Mundial por delante para seguir mostrando ese nivel de compromiso que han demostrado los chicos, que ha sido muy grande. Su grado de determinación, de convicción, de querer ser lo más parecido a un equipo en todos los aspectos colectivos. De entregar lo mejor de cada uno individualmente en aras de una serie de conceptos que creo que están ya muy instaurados. Debemos seguir mejorando esas respuestas en situaciones ofensivas y defensivas y seguir creciendo como equipo. Eso es lo que nos preocupa realmente a nosotros. No lo que hemos hecho, sino que lo que podemos seguir haciendo. Todos los impulsos externos no están bajo nuestro control, ni nos dan ni nos quitan nada.
Hombre, pero siempre es positivo que se reconozca el trabajo y el juego, se valore el rendimiento y la competitividad, que se haya recuperado una identidad...
El jugador es consciente de todo ello. El jugador sabe cuando lo hace bien, cuando el equipo fluye. No siempre ese juego, ese trabajo, van acompañados de unos resultados, otras sí. Trataremos de seguir creciendo en todos los aspectos. Además, quiero decir una cosa, lo que está hecho ya está hecho y no nos sirve de nada en el Mundial. Igual que ningún jugador está aquí y va a jugar por lo que ha hecho, sino por lo que puede hacer, tiene que hacer y entendemos que nos tiene que dar. Y el equipo como tal es lo mismo. Hay que crecer sabiendo que tenemos una referencia, un camino cogido, un punto y un raíl del que no nos queremos salir, pero sabiendo que tenemos que mejorar también. Vamos que en su coche no existe el retrovisor, solo mira hacia delante.
Sin duda.
En qué momento del camino estamos de lo que usted pretendía cuando debutó contra Bélgica en agosto de 2016. El equipo, como le gusta llamarlo, ya es un equipo puro y duro de Lopetegui. ¿Qué le falta?
Yo no mediría exactamente en qué momento estamos, ni lo que hemos conseguido ni lo que nos falta, estamos en un momento en el que el
equipo tiene claro lo que quiere y tratamos de instaurar nuevas respuestas ante nuevos retos, ante situaciones que se nos van a presentar porque cada equipo es diferente y dentro de mantenernos fieles a ese concepto que tratamos de generar para desarrollar las condiciones futbolísticas que tienen los jugadores elegidos, dentro de eso, tratamos de seguir matizando cosas e ir evolucionando. Estamos en el momento actual que es el de prepararse muy bien para una competición diferente a todo lo que hemos tenido. No hay nada nuevo que nos pueda sorprender...
El paso de los partidos va asegurando conceptos, ideas. Cuantos más partidos juegas, más tiempo puedes entrenar, que no es mucho el que tenemos, es evidente que el equipo va consolidando conceptos, pero una de las consolidaciones que queremos hacer en el equipo es que no nos paremos nunca. Debemos seguir pensando en mejorar, en crecer y poder hacer mejor las cosas. Las competiciones y los contrarios nos las va a exigir. Eso es crecer. Se da cuenta de que los rivales vuelven a respetar a España. Muy pocos, si acaso Brasil, Alemania... le van a tratar de tú a tú. Eso acrecienta las dificultades. Hay rivales que exponen más, otros que exponen menos, cada uno tiene sus matices, pero todos los que están ya en un Mundial son competentes y tienen sus aspectos positivos. Trataremos de competir por nosotros mismos al margen de cómo se comporten ellos. Es cierto que hay equipos que te esperan más que otros, pero eso ya ha pasado antes. No es nuevo. ¿Es un orgullo particular para usted que España vuelva a estar entre las cuatro grandes candidatos? Yo creo que la previsibilidad no es algo peyorativo, es algo positivo. Lo digo en el aspecto que nos reconozcan por nuestro juego y por nuestra fortaleza, pero eso no significa que no queremos tener otros registros. Dentro de ese reconocimiento de lo que queremos en cada partido, el equipo tiene que intentar tener otras soluciones y alternativas para ganar los partidos de otra forma. Trataremos de tener respuestas para resolver momento en los que a lo peor no nos vale con nuestras condiciones habituales, las que proponemos y buscamos. Nos gusta ser reconocibles pero a veces se puede llegar a lo que buscamos y queremos por diferentes caminos