Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los ‘ticos’, en un mar de dudas
Tras ser arrollados el lunes por Bélgica
La selección de Costa Rica llegó ayer a Rusia tras cerrar el lunes su preparación para el Mundial con el saco lleno de dudas y de goles tras dejar una mala imagen en su último amistoso preparatorio ante una Bélgica que le arrolló (4-1).
Fue un ensayo para Costa Rica de lo que puede encontrarse ante Brasil en el grupo E del Mundial: intensidad y presión durante todo el partido y la velocidad en el ataque por las bandas.
Eden Hazard fue un dolor de cabeza para la zaga costarricense con un fútbol vertiginoso lleno de habilidad, similar al que ofrecen los brasileños Neymar y Coutinho. La goleada fue un golpe duro para Costa Rica, que en los últimos años se ha caracterizado por su solidez defensiva pero que en Bruselas dejó muchas dudas en la retaguardia, incapaz de frenar por alto a Romelu Lukaku, quien marcó dos tantos. Precisamente el juego aéreo es un punto fuerte de los otros dos rivales de Costa Rica en el Mundial: Serbia, ante la que debuta el domingo, y Suiza.
El portero Keylor Navas salvó a Costa Rica de una goleada mayor y mostró que sigue estando en excelentes condiciones para jugar el Mundial. Sin duda, está llamado a ser el baluarte de su equipo como lo fue en Brasil 2014.
El pasado jueves Costa Rica cayó ante Inglaterra por 2-0 en otro partido que evidenció sus carencias también en ataque. Joel Campbell estuvo muy solo entonces al igual que Marco Ureña ante Bélgica, con escasas ocasiones para crear ocasiones de peligro.
Como en Brasil-2014
“El Mundial es otra cosa, estoy buscando la intensidad máxima. Se jugó en una intensidad muy alta”, aseguró el seleccionador Óscar Ramírez. Hace cuatro años Costa Rica llegó a Brasil con pocas expectativas tras perder sus amistosos previos de una manera similar a la de este año. Pero los ticos sorprendieron y alcanzaron los cuartos de final, gesta que sueñan con repetir en Rusia, para lo cual deben mejorar mucho y cambiar la cara exhibida en los últimos días