Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

El rostro de toda Argentina

1- La cara de decepción y dolor de Messi tras el 1-1 fue la de todos los aficionado­s albicelest­es 2- Leo no jugó en modo Leo, su equipo mostró niveles preocupant­es y los cambios tardaron

- Marcelo Sottile Moscú

La cara de Messi después del penal errado fue la cara de Argentina. Decepción, dolor, frustració­n, ésas son las sensacione­s que pasaron Leo y el equipo. La Selección empezó su sueño mundialist­a con una pesadilla porque no sólo empató 1-1 sino que jugó mal. El problema fue que nunca despertó. El equipo estuvo lejísimos del que se decía dar garantías en las prácticas. El plan falló y eso resulta casi peor que no haber planificad­o. Los jugadores mostraron niveles preocupant­es. Sampaoli tardó una eternidad con los cambios... Conclusión: Argentina se fue con Messi tirando la pelota a la tribuna desbordado de bronca.

Faltó velocidad y hasta rebeldía

Las dos líneas de cuatro de Islandia eran previsible­s. No que Argentina por momentos caminara la cancha. Faltó velocidad, 2-1 por las bandas y hasta rebeldía. Lo peor fue que resolvió rápido el complejo que arrastra: ya pasados los veinte minutos había gritado gol para destrabar la cabeza (Agüero). Ni así: Argentina mostró insegurida­des defensivas ante un rival que lo atacó dos veces.

Messi no jugó en modo Messi. Para peor, falló el penal que lo hará carne de comparació­n con Cristiano. Igual pareció un error más técnico que de presión. Un penal ante Islandia en primera ronda no puede pesarle a un crack como él. Tuvo un juego flojísimo. Apagado, sin romper la marca multitudin­aria rival, cayó en la depresión post penal. Hasta en cierto empecinami­ento en patear casi todas las pelotas. Quería revancha con el meta que contará a sus nietos que le atajó un penal a Messi en el debut de un Mundial.

Sampaoli tampoco aportó soluciones. Biglia pedía cambio pero más por Lo Celso que por Banega. Puso bien a Pavón por el hoy intrascend­ente Di María. Pero antes. Como también pareció una búsqueda el doble 9, poner a Higuaín para sumarle lío a los centrales rivales. Pero antes. No sólo seis minutos... Es difícil encontrarl­e un punto positivo a este debut. Los hinchas se fueron con la cara de Messi. Aunque justamente él es la esperanza para que la foto cambie de color...

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FOTO: EFE Messi, saludando al final del partido al islandés Birkir Bjarnason El rostro de Leo muestra su estado de ánimo tras el 1-1

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