Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Cara a cara de los dos Toyota en Le Mans
Fernando Alonso brilló en sus primeras horas en La Sarthe y rodó líder
Por mucho que Toyota lo negara antes de la carrera, los primeros relevos de las 24 Horas de Le Mans dieron razón a aquellos que opinaban que esta edición era sólo cosa de dos, cosa de los japoneses. Los nipones parece que tan sólo deberán preocuparse en no cometer errores y en no tener problemas de fiabilidad para ganar con contundencia la 86ª edición de la prueba gala hoy cuando el reloj se ponga a cero (15.00 h). Tras las primeras 9 horas de carrera, al cierre de esta edición, el coche de Fernando Alonso ocupaba la segunda plaza, pisándole los talones al otro prototipo de la firma nipona, el número 7 conducido por Kobayashi en una cita algo descafeinada por la falta de contendientes y en la que los dos únicos coches oficiales e híbridos de la parrilla lideraron desde el principio, alternándose en cabeza.
Los vehículos de la firma asiática se mostraron muy superiores a los privados, como era de esperar, y todo salió rodado para ellos. El equipo dejó al primer privado, el Rebellion #3, a 3 vueltas de distancia en 9 horas y el bicampeón del mundo de F1 (2005 y 2006) terminó muy satisfecho después de su primer relevo. El español se estrenó con 2 horas y 45 minutos al volante, pilotando desde las 17.31 de la tarde, después de que Buemi fuera el encargado de pilotar el Toyota número 8 en la salida lanzada en La Sarthe.
El suizo lideró la prueba durante casi dos horas, pero perdió la posición de privilegio al realizar una parada en el momento en el que se neutralizaba la carrera bajo el régimen de ‘Zonas Lentas’. Ello le daba la primera plaza al coche ‘hermano’, pilotado entonces por Conway. Sin embargo, la entrada de Alonso a falta de 21 horas y 31 minutos supuso un revulsivo para la cita.
El ovetense salió a por todas y estaba a poco más de 13 segundos de distancia de ‘Pechito’ López, que una vuelta después de que entrara Fernando relevaba a Conway en el Toyota número 7. En la primera media hora del ovetense al volante del TS050 Hybrid en la cita gala, imprimió un ritmo frenético y le recortó nada más y nada menos que unos 8 segundos al argentino y realizó su primera parada a boxes tras treinta minutos al volante.
El español siguió a lo suyo, recuperando tiempo sobre López, y ello le permitió hacerse con el liderato. No obstante, la entrada de dos coches de seguridad perjudicó a Alonso, relegándole de nuevo a la segunda posición. Así es Le Mans y Fernando pareció entender el juego. No desistió e imprimió un ritmo vertiginoso, recuperando el puesto de privilegio tras la reanudación de la carrera, regalando momentos mágicos tras doblar a múltiples coches tomando muchos riesgos. Finalmente, dejó el volante en primera posición, pero primero Nakajima y luego Buemi perdieron mucho tiempo en sus relevos posteriores, especialmente el suizo, de noche, con un error que le costó hasta medio minuto en Zonas Lentas. De recuperar dicha desventaja, la batalla final entre los Toyota podría ser emocionante, aunque dependerá de que no haya órdenes de equipo, algo difícil de decir, ya que por encima de cualquier nombre está el recuerdo de las 19 veces que los japoneses han perdido en Le Mans. Hoy podrían sonreír por primera vez