Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Dinamarca y Australia firman tablas en un partido vibrante
Ambos lucharán en la tercera jornada por un billete para los octavos de final
Dinamarca y Australia ofrecieron un duelo desbocado y divertido, nada que ver con algunos partidos insípidos que se han dado en el Mundial. El empate dejó satisfecho al cuadro danés y le supo muy poco a una Australia que mereció más.
Dinamarca arrancó como un tiro e impuso su juego gracias a Eriksen y Delaney, muy finos combinando entre líneas. La valentía danesa encontró su recompensa en el golazo del jugador del Tottenham. El ‘10’ apareció para engatillar un zurdazo imposible para Ryan (6’) en un tanto que vino precedido por una exquisitez de Jorgensen, que asistió a su compañero con una dejada sutil.
Australia fue tomándole el pulso al partido a base de intensidad, ritmo y concentración. El juego de la selección ‘aussie’, muy rudimentario en ocasiones, crece a partir del sacrificio grupal, su exuberancia física y las jugadas de estrategia.
Así llegó la jugada del empate. Un córner botado por Mooy y rematado por Leckie tocó la mano de Poulsen. Mateu Lahoz no vio el penalti y tras ser advertido por los asistentes de video, revisó la acción y señaló los 11 metros. Jedinak no perdonó (37’).
Alternativas en la 2ª parte
Con dos estilos en las antípodas, Australia y Dinamarca ofrecieron una segunda mitad vibrante y con muchas alternativas. Apenas hubo respiro tras la reanudación, presidida por un intercambio de golpes en un duelo jugado con un ritmo impropio de esta fase del Mundial.
Las urgencias clasificatorias apremiaban a los oceánicos, que en ningún momento se vinieron abajo pero terminaron pagando el desgaste y la lesión de Nabbout, su atacante más venenoso. Los daneses, más rácanos, dieron por bueno el empate. Australia y Dinamarca lucharán en la última jornada por un billete con el que acompañar a Francia hasta los octavos de final