Fernando Hierro se traicionó a sí mismo

Fernando Hierro se traicionó a sí mismo ante Rusia. El seleccionador había sido muy claro en sus encuentros con la prensa, afirmando que el estilo era innegociable, que apostar por el músculo en el centro del campo no era el camino y que sería un error querer darle su toque al equipo en pocos días tras dos años de

trabajo de Lopetegui.

Pero el día de la verdad, Hierro traicionó todos sus principios e hizo lo contrario de lo que había dicho. “España hace años que eligió un camino, ir al revés sería autoinmolarnos”, dijo hace unos días en un en-cuentroconlaprensa. Ymás de uno tuvo la sensación de que sentar a Iniesta fue el inicio de la inmolación.

También dijo Hierro, en la rueda de prensa previa al partido de Kazán, que apostar por el músculo en el centro del campo no iba con el estilo de España. Y lo hizo para meter a Koke en lugar de Iniesta. Otra contradicción.

Ante Rusia, Hierro cambió el sistema y apostó por un 4-2-3-1, un dibujo con el que nunca jugó Lopetegui y

que no habían trabajado en los entrenamientos. Algo que choca con otra de las cosas que dijo en su presentación, que “sería de locos querer cambiar en unos días lo que se había trabajado en dos años” y que no tenía tiempo de darle su toque personal al equipo. Lo hizo y fracasó.

Al final Hierro fue víctima de sus contradicciones

FOTO: SIRVENT Hierro De vuelta