Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
En busca de una segunda oportunidad
El equipo albiazul se mueve en el mercado para volver a contar de nuevo en su plantilla con Pina y Munir durante la temporada próxima
La confección y diseño de la nueva plantilla del Alavés se sigue cocinando a fuego lento en las oficinas de Mendizorrotza y siguen marcados a fuego los nombres de Tomás Pina y Munir como peones que quiere atar para contar con ellos en el curso 2018-19.
La dirección deportiva albiazul, encabezada por Sergio Fernández, está moviendo los hilos necesarios para que el de Ciudad Real y el hispano-marroquí vuelvan a estar de nuevo vestidos de albiazul. Será una cuestión de templar nervios, apurar plazos y esperar hasta última hora para saber jugar las cartas y que uno, o los dos, puedan seguir brillando en Mendizorrotza con el comienzo de temporada. Pina y Munir volvieron a rehabilitarse como jugadores de primer nivel en el complicado curso pasado como albiazules. Ahora tiene el Alavés que esperar a que Ernesto Valverde determine si cuenta con Munir como peón útil en su plantilla o si le abre la puerta con destino a otro club. En el caso de Tomás Pina, es propiedad del Brujas de Bélgica, y también se apunta a una cuestión de tensar nervios para lograr que el centrocampista regrese de nuevo a vestir como albiazul. En el acuerdo de cesión de la pasada temporada se incluyó una cláusula por valor de tres millones de euros como opción de compra que podían ejecutar los albiazules a la hora de adquirir en propiedad al jugador. El buen rendimiento que ha ofrecido en la segunda mitad del curso ha animado a los rectores albiazules a apostar por el regreso del jugador manchego, pero siendo ya propiedad de la entidad de Mendizorrotza. Tendrá que negociar con su propietario, el Brujas belga, para tratar de que las pretensiones económicas se vean rebajadas y la operación sea más rentable para los alaveses. Pina tiene contrato aún con el club belga, pero tras su buena campaña pasada el manchego se ha convencido plenamente de la idoneidad de regresar de nuevo a una competición como la española, donde figuran parte de los mejores jugadores del planeta. Se abre ahora, por tanto, un tenso periodo de espera en el que el paso de los días puede jugar a favor de los albiazules. El Brujas ya está inmerso en plena pretemporada y Pina no está incluido en esa relación de jugadores que van a empezar a sudar en un país que permanece atento a las andanzas de su selección en el Mundial.
En el segundo de los casos que aborda también la dirección deportiva albiazul, la figura de Munir es otra de las que se pretende atar en corto. El hispano-marroquí fue el máximo artillero de la pasada temporada y formó una buena sociedad con Guidetti en punta de ataque. Supo aprovecharse de la labor oscura del sueco para rematar los centros y jugadas generados por el escandinavo. Su contrato de cesión no contemplaba el posible pago de una cláusula de compra.
A la espera de Munir
De esta manera, los albiazules tienen que esperar a que el Barcelona determine si el jugador va a estar bajo las órdenes de Ernesto Valverde o le vuelve a abrir las puertas para una nueva cesión. Afronta una temporada especial Munir, debido
a que el próximo 30 de junio de 2019, finaliza contrato como azulgrana. Ha intentado renovar y prolongar el contrato la entidad de Jordi Bertomeu, pero se ha topado con la negativa del jugador a querer continuar bajo el manto azulgrana y no llegar a ser miembro de pleno derecho de la primera plantilla. Ante esa situación y con el buen hacer que ha tenido como albiazul, se ha revalorizado y sabe que ofertas no le van a faltar.
Se vaticina también otra larga y tensa espera para conocer si se abre un segundo periodo de estancia en Gasteiz. Algo similar sucedió el pasado verano cuando el mercado europeo se cerró un día ante en el resto de Europa. Ante la falta de ofertas para acudir a un buen destino, Munir optó por aceptar la oferta del Alavés