Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
No permite malos entrenamientos
El de Cruz Alta concede importancia a las sesiones y afirma que ha ido perfilando su mirada analítica
Para el técnico argentino, la del Athletic supone su tercera experiencia en esta Liga después de su paso por Celta y Sevilla. Dos paradas en las que fue metiendo experiencias distintas en esa maleta de los entrenadores, que dicen, siempre debe tener ruedas...
Berizzo esbozó algunas de las enseñanzas que ha ido extrayendo en otros clubs. “En cada uno han sido cosas diferentes. En Vigo llegaba a la Liga española y debía adaptarme a una manera de entrenar, a un nuevo medio. Era un choque cultural entre la manera de Sudamérica y la de Europa”, comenzó el míster del Athletic.
Después, recordó que “en Sevilla había tal cantidad de partidos que nos obligaba a reformar el entrenamiento. No tanto, pero sí a esa observación y a la teoría y no tanto entrenamiento”. Y es que destacó que “me gusta entrenar mucho, como debo, no me permito que salgan mal. Los corrijo para que salgan bien”.
Su teoría es que “un futbolista desarrolla su capacidad a través de la práctica. Luego está el análisis fuera del campo, pero lo que sucede en el campo se instala”. El de Cruz Alta consideró que “los dos fueron diferentes, pero te van nutriendo. Las derrotas, los malos momentos, la relación con los futbolistas .... No es fácil administrar un equipo con diferentes edades, orígenes, con competiciones seguidas, dosificar esfuerzos... Me fui nutriendo el ojo, en el análisis, en perfilar la mirada, en escoger a los mejores”.
En Sevilla fue despedido, pero aseguró que “no ha quedado en mí resabio de revancha. Sí agradezco que el Athletic haya depositado su interés en mí. Me obliga a hacer mi trabajo cada vez mejor”