Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Degenkolb reina en el pavés
El alemán aprovechó la experiencia de su victoria en la París-Roubaix de 2015 para ganar la etapa más temida por los 21,5 kms de adoquines
John Degenkolb fue ayer el vencedor de la temida etapa de los adoquines con final en Roubaix, la meta de la clásica más famosa y uno de los ‘monumentos’ del ciclismo. Greg Van Avermaet no sólo mantuvo el maillot amarillo, sino que disputó la victoria al alemán y aumentó su ventaja al frente de la general, ahora 43” sobre Geraint Thomas.
Tras un gran trabajo del Movistar, Alejandro Valverde ocupa ahora la 5ª plaza a 1’31” del líder, mientras que Rigoberto Urán, segundo del Tour del año pasado, fue el principal perjudicado entre los favoritos al perder 1’28” sobre ellos tras sufrir una caída a 30 kms de meta. Mikel Landa, que forma junto a Valverde y Nairo Quintana el tridente del Movistar, salvó los muebles al perder apenas 7” después de caerse también en los últimos kilómetros de la carrera.
Degenkolb ganó la París-Roubaix de 2015 y aprovechó esa experiencia para ganar en la 9ª etapa del Tour de Francia, la mayor trampa de la presente edición por los 15 tramos y 21,7 kms de pavés. El ciclista alemán se impuso a los belgas Greg Van Avermaet e Yves Lampaert en el sprint de los tres hombres más fuertes en el tramo final, cuando se escaparon del resto de corredores hasta coger 40” de ventaja que les permitieron incluso especular en la preparación de la victoria en el último kilómetro.
Omar Fraile, Thomas De Gendt, Patrick Tolhoek, Jérôme Cousin, Damien Gaudin, Lilian Calmejane, Chad Haga, Olivier Le Gac, Reinhardt Janse Van Rensburg y Nicolas Edet formaron enseguida una fuga de nueve ciclistas. Gaudin y Van Rensburg fueron los dos últimos supervivientes, pero fueron cazados a 20 kms de la meta.
Ritmo altísimo
Neutralizada la escapada del día, Van Avermaet, ganador de la París-Roubaix de 2017, impuso un ritmo altísimo en el penúltimo tramo de pavés y se escapó junto a Degenkolb y Lampaert para formar un tren con tres ‘locomotoras’ al frente. La potencia de ese trío resultó inalcanzable para el resto de favoritos, cada uno con su lucha particular en una etapa de nervios, pinchazos, caídas e incertidumbre que al final se cobró su cuota de víctimas a pesar de que lució el sol. De haber llovido, los estragos habrían sido mayores porque el agua habría transformado el pavés en piedras resbaladizas aún más peligrosas.
Richie Porte y José Joaquín Rojas tuvieron que abandonar al verse involucrados en una caída masiva en el kilómetro 7 de la etapa y Rigoberto Urán, entre los favoritos, fue el peor parado al perder 1’55” respecto al ganador tras sufrir una caída a 30 kms de la llegada. El colombiano, segundo el año pasado, cedió 1’28” al grupo del vigente campeón, Chris Froome, y los demás candidatos a la victoria como Nairo Quintana, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali o Tom Dumoulin.
Mikel Landa y Romain Bardet perdieron solamente 7” respecto a los favoritos a pesar de sufrir sendas caídas en los kilómetros finales, de manera que salvaron con nota una situación que pintaba más fea para ellos. Landa y el equipo Movistar hicieron un esfuerzo encomiable y el vasco entró finalmente a 34” de Degenkolb, cediendo 7” a Froome y compañía.
Los ciclistas dejaron ayer atrás el pavés, hoy descansarán y mañana empezarán la montaña, cuando el Tour entrará en su verdadera esencia camino de París
MÁS LÍDER Van Avermaet fue 2º y aumentó a 43” su ventaja sobre Thomas URÁN, PERJUDICADO El segundo del Tour de 2017 perdió 1’28” sobre otros favoritos LANDA, SALVADO Mikel se cayó a 30 kms de meta, pero sólo cedió 7” a sus rivales