Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

La emocionada redención de John

Degenkolb llora de alegría tras lograr su primer triunfo relevante después del grave accidente de 2016

- Lluís Carles Pérez

John Degenkolb, policía de formación, era un mar de lágrimas en cuanto echó pie a tierra. Abrumado por la alegría, el ciclista alemán liberó toda la emoción acumulada tras vivir una fase dura en su vida: ayer logró su primera victoria de entidad desde que se recuperó del gravísimo accidente que sufrió en enero de 2016, cuando una conductora invadió el carril contrario y le arrolló con el coche mientras se entrenaba con otros compañeros durante una concentrac­ión en Calpe (Alicante).

Sufrió severas heridas en el índice, el radio y la rodilla izquierdas. “Sólo recuerdo que vi mi dedo colgando y luego... el agujero negro”, rememoró Degenkolb, que pudo ser operado rápidament­e por un especialis­ta en cirugía reconstruc­tiva que logró coserle el dedo y evitar la amputación.

“¡Esto es formidable! Increíble. No hay forma de hacerlo más dramático, más agradable, más fantástico. Estoy totalmente abrumado”, exclamó ayer Degenkolb, que revivió las sensacione­s de su soberbio 2015, cuando ganó la ParísRouba­ix y la Milán-San Remo.

John Degenkolb

Mucha gente dejó de creer en mí, pero me propuse conseguir una gran victoria para un gran amigo que falleció el invierno pasado”

Dedicatori­a al amigo fallecido

“Mucha gente dejó de creer en mí. Pensaron que no conseguirí­a volver a mi mejor nivel, pero mi familia me dio la fuerza para trabajar duro y hacer esto al 100%. Es asombroso”, dijo John, de 29 años, que también se lesionó la rodilla al caerse en abril pasado en la ParísRouba­ix.

“Es una gran victoria, la esperaba desde hace mucho tiempo. He pasado por momentos difíciles y estoy muy feliz de poder dedicar esta victoria a uno de mis mejores amigos, que falleció el invierno pasado”, afirmó.

“Mucha gente pensaba que había terminado, pero yo dije que no y me propuse que debía conseguir al menos una gran victoria para este amigo, que fue como mi segundo padre. Fue un accidente horrible y una gran pérdida”, abundó John

¡Esto es formidable! Esperaba esta victoria hace mucho tiempo”

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FOTO: AP Degenkolb, eufórico en el podio de Roubaix, donde también ganó la clásica de 2015

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