Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Sin mucho donde rascar
Seguramente era pedir demasiado que ya, en el primer amistoso del verano, con un lógico planteamiento de poner en liza dos onces diferentes en cada tiempo y tirando primordialmente de jóvenes cachorros y otros meritorios, se sacaran conclusiones con fundamento de lo que puede ser este nuevo Athletic con Eduardo Berizzo al mando de la nave. Con apenas diez días de trabajo no se puede esperar mucho. Y ciertamente, con todo el respeto al Amorebieta, la exigencia que puede plantear un rival de Segunda B que ha empezado a ejercitarse el lunes no ayuda demasiado a hacerse idea de si el melón rojiblanco nos saldrá dulce como el de la era Valverde o con un toque apepinado como el que nos dejó el equipo la pasada temporada con Ziganda al frente.
El partido no dio para gran cosa, más allá de acumular los minutos necesarios de rodaje para los que ayer pisaron el césped de Urritxe, de los cuales bastantes, por lógica, no estarán en la parrilla de salida de agosto como integrantes del plantel bilbaíno.
Sí se vio el esquema 4-3-3 del argentino y su pretensión de dotar de mucho recorrido y profundidad a los laterales. Por esa zona se movieron dos de los fichajes de curso, como Capa y Ganea, ambos muy activos. Al rumano criado en Basauri, más desconocido para el aficionado de a pie, se le vio con muchas ganas y decisión, sobre todo en su fuerte, la faceta ofensiva.
Pero, sobre todo, fue una tarde para los jóvenes. Lo sigue siendo Unai López, suelto, mandón y goleador. Iñigo Vicente dejó bonitos detalles. Nolaskoain evidenció su peligro en la estrategia. ¡Y qué decir de Sancet! En pocos minutos, ya dejó patente su calidad. ¡Qué buena pinta tiene! ¡Vaya! Bien visto, quizás no es tan poca cosa