Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Otro final exigente antes del merecido descanso de mañana
La jornada de hoy consta de tres puertos y de 41 kilómetros vertiginosos de descenso hasta la meta
La segunda etapa en el Macizo Central del Tour 2018 que se disputa hoy vuelve a presentar un perfil muy roto y exigente en el que los especialistas en media montaña y los más fuertes serán los que aspirarán a la victoria en Carcasona, ciudad patrimonio de la Unesco. La clave estará en saber si el grupo de los favoritos permitirá que la fuga que con toda seguridad se produzca llegue a buen puerto, tal como sucedió en la etapa previa.
La jornada de hoy ofrece cierto paralelismo con el de ayer, aunque hay un matiz muy distinto, y es que si bien el final en Mende ofrecía un último kilómetro de bajada y llaneo, el de la 15ª jornada del Tour presenta 40 kilómetros que se asemejan casi al de una contrarreloj. La etapa es ideal para que se rompa la carrera, con el primero de los tres puertos del día a sólo nueve kilómetros de que se haya tomado la salida: Côte de Lucenzon (3ª), con tres kilómetros al 6%. Un punto en el que probablemente se genere ya la primera fuga, que intentará consolidarse en el segundo coloso de la jornada: Col de Sié (2ª), más duro, de mayor kilometraje, 10,2 kilómetros, y con un desnivel del 4,9%. A las puertas de la úl- tima ascensión se encuentra el sprint especial de Mazamet, justo antes de encarar el último muro del día y el más difícil: el Pic de Nore, 12 kilómetros a una media del 6,3%. Es ésta una de las novedades de la presente edición del Tour de Francia, ya que debuta en la ronda gala. Decía el director de la carrera, Christian Prudomme, que el punto más alto de la Montaña Negra ofrece una vista excepcional sobre los departamentos de Aude y Tarn, aunque poco tiempo tendrán los corredores de disfrutar del paisaje.
A partir de este punto se lanza la carretera a tumba abierta, bien sea para los miembros de la escapada supervivientes o para los favoritos. Basta recordar los ataques que Chris Froome ya ha realizado en alguna ocasión bajando o el que llevó a cabo Tom Dumoulin en este Tour también bajando. Un perfil de etapa que, por otro lado, se ajusta muy bien a las características de un todo terreno como Peter Sagan. El campeón del mundo suma ya tres triunfos y de lograrlo alcanzaría la cifra de cuatro victorias, su mayor cosecha en el Tour. Además, ante la numerosa baja de sprinters, la suya parecería una apuesta segura si la carrera se decidiera en esta suerte.
Mañana, ya habrá tiempo de descansar y cargar las pilas antes de la última semana de carrera