Estilo de desfibrilador

Si lo visto ayer en Alemania es un reflejo más o menos fiel de la propuesta que Berizzo quiere plantear, con las lógicas mejoras, para cuando llegue la hora de la competición, ya puede ir pensando el club en reforzar el equipamiento de desfibriladores en San Mamés. Se atisban partidos de ida y vuelta, de esos que ponen el corazón del seguidor al borde de la taquicardia. Se ve y se agradece una alegría en ataque que se echaba de menos. Pero... ¡qué agujeros en defensa! Como no se corrijan, vamos a sufrir mucho. E l verano es época de ensayos, de testar el estado de las cosas y ayer el Toto y todo quisqui pudo ver dónde radica el principal problema de este Athletic. El técnico argentino esgrimió como atenuante el cansancio acumulado. Un argumento asumible, pero que solo explica en parte algunos lances que, a todos luces, se antojan más fruto de unas patentes faltas de sincronía, cuando no simplemente de concentración. H ace poco más de una semana reclamaba en esta misma columna el inalienable derecho a la ilusión que asiste a todo seguidor a estas alturas de la pretemporada. No reculo respecto a lo dicho, pero sí he de reconocer que lo visto ayer me ha dejado un poso de inquietud. Me aferro a que esto no ha hecho más que empezar, que hay tiempo para aplicar las correcciones necesarias y que, en definitiva, Berizzo aún está moldeando un equipo nuevo, tanto por la integración de algunos elementos recién llegados como por lo diferente respecto al modelo de Ziganda. Y el sábado que viene, nos enfrentamos a la Real. Sí, no deja de ser un bolo veraniego. Pero a nadie le gusta que le pinte la cara el vecino, ni siquiera en estas circunstancias. Así que a afinar con los experimentos