Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
CERTEZAS E INQUIETUDES DEL TOTO
La estancia en Holanda y los ‘bolos’ en Alemania generan ilusión, pero también incertidumbre A las buenas sensaciones en ataque se suma una debilidad defensiva que Berizzo admite y pretende corregir
Con la disputa de los partidos de la Copa de las Tradiciones, el Athletic ha puesto fin a esta fase de su periplo preparatorio más allá de Lezama. Con las reservas inherentes a una etapa como esta de rodaje, se pueden extraer conclusiones un tanto reveladoras de los planes de Eduardo Berizzo y su funcionamiento. El entrenador argentino no ha dado tregua a la plantilla hasta ahora mismo desde que el 9 de julio se iniciara la puesta en marcha de su proyecto. Intensidad, carga física, organización... Muchas son las palabras que retratan esta fase de adaptación mutua entre técnico y jugadores, en la que se entrecruzan elementos para el optimismo con otros de signo preocupante, aunque hasta cierto punto, que es pretemporada. Claro que el entrenador argentino llama a la serenidad. Sabe muy bien de qué va esto.
“Primero, nos vamos con algunas certezas y otras inquietudes”, admitía Berizzo a los medios de comunicación desplazados a Alemania. El míster atribuía los errores defensivos, tan evidentes frente al ADO y al Fulham, al apartado de carga de pilas. “La carga física deteriora un poco el aspecto futbolístico. Hoy -se refiere al duelo del sábado contra los ingleses- el partido durante 30 minutos fue un rasgo de lo que pretendemos: jugar en campo rival, controlar el balón. Luego a partir del gol el encuentro pasó a sus manos, no pudimos apretarlos bien. Es una cosa a ajustar, la presión, a corregir, ajustarla con comodidad. También lo achaco a la falta de explosividad física, ya que el cansancio mella. En la segunda parte tuvimos el control del partido, recibimos gol con facilidad y eso tal vez genera la inquietud, debemos fortalecer el centro de nuestra defensa, estamos en situación de debilidad”, amplió Berizzo.
A ajustar piezas
El argentino valoró la semana que han pasado en tierras holandesas para significar su satisfacción, aunque ahora hay una serie de elementos a redimensionar a pocas semanas para el comienzo del ejercicio liguero. “El stage concurrió con total tranquilidad, creo que entrenamos como queríamos. Ahora volveremos y ajustaremos piezas a través de las conclusiones que podamos sacar de todos los partidos que hemos jugado. Iremos perfilando el equipo”, dijo. En este sentido, esta semana puede ser clarificadora en cuanto al futuro de varios jugadores.
Adaptación de todos
Con ese constante incidir en la convivencia, el aspecto humano va a tener su influencia en el rendimiento del colectivo. “Sí, porque un equipo recibe a un entrenador nuevo, tiene que adaptarse, tratarse, conocerse, confiar en él, escuchar sus ideas, adoptarlas, desarrollarlas. En el aspecto humano toda esta carga de trabajo de vernos todos los días en doble turno nos ha acercado mucho y ahora será bueno que no vean a su entrenador un par de días y nos volveremos a encontrar en Lezama”, añadió con una sonrisa.
¡Menudo calor!
Por cierto, la estancia en De Lutte mereció su aprobación cuando le pidieron su balance sobre el escenario, aunque hubo un elemento que dificultó sobremanera el trabajo diario. “Bien, cómodo. Hemos soportado una temperatura que no la deseábamos y entrenarse se ha hecho duro para ellos, pero creo que hemos desarrollado todo nuestro plan de entrenamientos. No dejamos ni paramos ni retrocedimos en nada y eso me deja tranquilo”, agradeció. Curiosamente, después de tener días de 37 grados, el sábado bajó bastante la temperatura en De Lutte y esa noche hacía hasta fresquito. Incluso por la mañana había caído alguna gota en la localidad holandesa
Eduardo Berizzo
Debemos fortalecer el centro de nuestra defensa, estamos en situación de debilidad”
El partido -contra el Fulham- durante 30 minutos fue un rasgo de lo que pretendemos: jugar en campo rival, controlar el balón. A partir del gol, pasó a sus manos, no pudimos apretarlos bien”