Tirapu deja su rúbrica

U n servidor, que ya va sumando ‘tacos’, tiene fresco el recuerdo de sus primeros partidos como espectador en San Mamés. Adquiríamos la entrada de niño en la taquilla situada frente al Teatro Arriaga, encajada bajo el Puente del Arenal. Ya en la Catedral nos ubicábamos en la antigua general de pie, la que antes de la reforma de cara al Mundial 82 ocupaba lo que luego sería la Tribuna Este Baja, la de enfrente del arco. Allí, mis compañeros de clase y yo vibrábamos con aquel Athletic que, muy pocos años después, nos conduciría al éxtasis. D e aquel equipo, casi en capilla de los tiempos gloriosos, recuerdo a un Angel María Villar ya en el ocaso de su carrera, a un pujante De Andrés y a un paisano de este último que, a falta de una calidad técnica deslumbrante, tragaba kilómetros por un tubo y en los momentos de flojera era el pulmón y el sostén de los rojiblancos con su tremendo derroche físico en el centro de campo. Era Fernando Tirapu. E l navarro pilló de refilón algunos de los hitos de la historia del club bilbaíno. Recaló en Bilbao en la campaña 1977-78, la posterior a aquella en la que, de la mano de Koldo Aguirre , el Athletic disputó -y perdió- las finales de Copa del Rey y de la UEFA. Su última campaña como león fue la 1982-83, en la que con Clemente al frente se conquistó el título de Liga. En aquel curso, Tirapu solo jugó un partido, pero tuvo el honor de pasear por la Ría en la gabarra y de estampar, en un histórico y recordadísimo póster, una firma que me hacía gracia por lo ilegible que era. Más o menos como la rúbrica que yo utilizo hoy en día. Tirapu falleció este sábado con solo 66 años de edad. En mi memoria, seguirá recorriendo kilómetros a todo trapo por el fulgurante verde de San Mamés. Goian bego

Joseba FONSECA @josebaFonseca