El gran reto de Williams

Goles son amores, sobre todo para aquellos que viven del acierto frente al marco rival. El Athletic tiene la ventaja en este sentido de disponer en su delantera de un auténtico ‘killer’. Aduriz, sin duda, es el gran fichaje de Urrutia en su etapa como presidente del club bilbaíno. O tros futbolistas a sus años, como bien apuntó hace unos días el propio jugador donostiarra, estarían de vacaciones. Él no. Él sigue siendo el máximo goleador del conjunto rojiblanco hasta en la pretemporada. L a ilusión no entiende de barreras. La profesionalidad, tampoco. El pichichi del conjunto bilbaíno lleva ya algún tiempo librando su particular batalla contra la edad que refleja su DNI y de momento continúa en plan ganador. Toquemos madera. E l propio Williams reconocía ayer en Lezama que “Aduriz es gol, hablar de Aduriz es hablar de gol”. Nunca está de más recordar que el donostiarra tuvo que salir dos veces de Lezama hasta llegar a convertirse en una auténtica referencia para la afición de San Mamés. Dos veces, dos. A l punta bilbaíno el club ya le ha firmado “un pedazo de contrato”. Lo normal en los tiempos que corren porque hablamos de un delantero diferente, un auténtico portento físico, un punta con llegada y con mucho margen de mejora. Ahí está uno de los grandes retos de Williams: diez tantos es un bagaje muy pobre para un jugador de sus características. R ecuerdo hace ya unos cuantos años cuando un entonces joven aspirante a delantero centro del Athletic fijó en 15 tantos su objetivo realizador para la temporada que estaba a punto de comenzar. No se acercó ni de lejos, pero con el paso de los años acabó siendo el pichichi del equipo hasta la vuelta definitiva de Aduriz. Iñaki tiene la palabra