Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
WILLIAMS LUCE LA TXAPELA
Un solitario gol del bilbaíno permite a los leones derrotar al equipo txuri urdin en la final de Irun El conjunto de Berizzo, con Unai López y Nolaskoain titulares, progresa adecuadamente
El Athletic de Berizzo progresa adecuadamente. Sin prisa, pero sin pausa. La mejoría experimentada de una semana a esta parte por el equipo rojiblanco quedó patente esta vez sobre un terreno de juego impropio para la final de un evento como la Euskal Herria Txapela.
El conjunto bilbaíno quiso el balón en todo momento. La Real de Asier Garitano, en cambio, optó por momentos por un repliegue que le obligó a correr más tiempo de la cuenta detrás de la pelota. Un dato poco relevante a estas alturas de verano, por una y otra parte, puesto que las piernas de los futbolistas están más cargadas de lo normal al tratarse de la pretemporada. Las conclusiones mejor dejarlas para cuando empiece la competición de verdad y haya puntos en juego.
No está mal, en cualquier caso, poder comprobar que el nuevo entrenador del Athletic llega a Lezama con un estilo de juego definido. Su once titular habla bien a las claras de sus intenciones. Con Kepa bajo palos, en la defensa llamó la atención la inclusión del cachorro Nolaskoain junto a Núñez en el eje de la zaga. Ambos cumplieron a la perfección con De Marcos y Berchiche en las bandas. El lateral zurdo tiene todavía mucho recorrido por delante.
La zona media resultó inédita respecto a campañas anteriores. Dani García lució galones a modo de ancla con la inestimable ayuda de un mejoradísimo Unai López y la calidad y el saber hacer de Muniain. Susaeta, a gran nivel, y Williams ejercieron de extremos con Aduriz como delantero centro.
La propuesta de Garitano radicó en un sistema 4-4-2 con Iarramendi y Mikel Merino ejerciendo en la sala de máquinas dentro de un once con varios canteranos de Zubieta dentro del mismo. El centrocampista navarro que tanto y tanto sonó en la órbita del Athletic durante tanto tiempo, por cierto, pasó más bien desapercibido, aunque dejó para la galería un magistral pase al hueco. Al conjunto txuri urdin también se le notó que está en plena fase de ensamblaje dentro de un proyecto encabezado por un nuevo entrenador.
De más a menos
Al Athletic le costó meterse en el derbi. No es que la salida de los donostiarras fuese para echarse a temblar, pero sí resultó lo suficientemente incisiva como para poner en apuros a un seguro Kepa. Una vez que Dani García, Unai López y Muniain ajustaron posiciones; el resto del bloque rojiblanco empezó a carburar con cabeza y constancia. Los leones tocaron con sentido en el centro del campo y demostraron tener una marcha más que su rival a la hora de proyectarse en ataque.
Núñez se dejó ver además en las acciones de estrategia. El joven central del Athletic, muy entonado, dispuso de hasta tres remates de ca-
beza a otros tantos centros a balón parado, pero no acabó de encontrar portería. El nuevo míster y sus ayudantes tendrán que incidir en esta faceta, puesto que el jarrillero no acaba de sacar rentabilidad a su saber estar y colocación dentro del área rival.
Con Unai López y Muniain desmelenados, el resto de sus compañeros de creación empezaron a animarse. Susaeta, trabajador infantigable y con detalles de calidad sorprendentes, apuró con sentido hasta la línea de fondo, pero careció de acierto y precisión en el último pase. Williams entró en la faceta combinativa y Aduriz peleó, peleó y peleó contra un contundente Llorente y Zubeldia.
El donostiarra echó en falta las incorporaciones de los laterales. De Marcos y Berchiche, protestado por parte de los hinchas de la Real, trataron de desdoblarse en ataque en todo momento, pero apenas pudieron superar la oposición organizada a nivel de contención por los pupilos de Asier Garitano.
El arranque del segundo tiempo resultó determinante para el desenlace de este derbi. Dani García robó la pelota a la altura del centro del campo y Williams acabó impulsándola al fondo de la red de la portería de Rulli cuando apenas se había cumplido el primer minuto de la reanudación. De Marcos, Susaeta, Muniain y Aduriz ayudaron a su manera a concluir esta recuperación.
Piernas cargadas
La igualdad a la hora de tener el balón empezó a equilibrarse con el discurrir de los minutos. La Real, que tuvo una inmejorable ocasión para empatar en las botas de William José, empezó a obligar a los leones a tener que correr también hacia atrás en medio del inevitable carrusel de cambios. El tiempo de posesión empezó a equilibrarse en medio de un querer y no poder por parte de ambos contendientes.
Berizzo, con ventaja en el marcador, optó por reforzar más su linea del centro del campo. Rico, Córdoba, Yeray, Iturraspe, Balenziaga y Raúl García fueron compareciendo de manera paulatina. En la Real también se multiplicaron las sustituciones. La Real no dejó de intentarlo hasta el final, pero sin éxito. La mejor conclusión de este derbi en clave rojiblanca es que el Athletic progresa adecuadamente. Ni más, ni menos