Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Empieza el baile
Por fin llegamos a ese momento del año en el que uno no sabe si hacer balance de la pretemporada, tirando de sensaciones, o tirar de las mismas para intuir cómo será el inicio de la nueva temporada con la Liga como único objetivo a corto y medio plazo. La puesta a punto del Athletic, más germana que nunca, confirma la división en dos bloques por parte de Berizzo. A nadie se le escapa cuál será el once titular del argentino aunque, a decir verdad, no lo hayamos visto actuar en conjunto a causa de las bajas de Iñigo Martínez, Raúl García o Aritz Aduriz en según que amistosos del equipo de gala del Toto . Y qué decir de la portería, donde otra inesperada serie de vueltas de tuerca ha situado a Remiro como portero titular e indiscutible tras la salida de Kepa y la lesión para unas cuantas semanas de Iago Herrerín. Berizzo no deja lugar a muchas dudas. Su apuesta parece oscilar entre fortalecer el mediocampo con el clásico doble pivote, lo que da consistencia defenisva al equipo; o jugar más abierto con tres delanteros y un único pivote en la medular, lo que obliga a volantes y centrales a un constante esfuerzo de carreras y repliegues de consecuencia directa en el tarjetero.
Se va consolidando la idea asociativa con balón cuando Muniain, Unai López o cualquiera que juegue en punta bajan a recibir y aportar en la salida de la pelota, descargando de responsabilidades a Dani García oa los centrales. En el juego por bandas está por ver la propuesta de dos carrileros largos y sobre todo la operatividad del sistema de coberturas cuando las perdidas de balón se acumulan alrededor de la medular. Lo pudimos observar frente al Hannover, última piedra de toque con la mayoría de presuntos titulares, cuando Muniain y compañía erraban en el pase y propiciaban las contras alemanas, una de las cuales culminó en gol, otra vez. El Athletic sigue evidenciando su complicada relación con el susodicho. Un tormento que persigue a Williams, que sigue fallando ocasiones a pares mientras mantiene una cuenta pendiente con la portería contraria en San Mamés.
En este sentido, la incógnita de Aduriz y su enésima juventud requiere del concurso de Raúl García cerca del área, sin ellos falta gatillo e instinto letal. Del primer al segundo año de Valverde el Athletic perdió catorce goles, del tercer año de Valverde a la campaña pasada diecisiete.
Sobre el papel, el calendario incipiente para el supuestamente procesado y macerado proyecto Berizzo parece propicio en sus tres primeros exámenes, más aún si atendemos al pelotón de rivales que asoman justo después. Pocos escenarios parecen más favorables que empezar el curso: dos partidos en San Mamés frente al Leganés y el recién ascendido Huesca para luego visitar en Vallecas a otro que tal baila. Esta temporada será fundamental recuperar San Mamés, lo que a su vez reduciría el excesivo registro de empates con Ziganda. Para ello existen dos caminos: fortalecerse atrás (cosa que ya intentaron Valverde y Ziganda) para evitar en lo posible tantas remontadas con aroma épico o jugárselo todo a la ruleta del quién pega más fuerte en partidos de ida y vuelta. Faltando mucho gol (cada vez más) y siendo frágiles en defensa (igual que antes) no parece ésta última la más propicia. Se acabó el tiempo para la alquimia, a ver qué tal sale