Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Kepa y Laporte eran segundas opciones
El Athletic se ha quedado en lo que va de 2018 sin dos de sus jugadores más importantes. Las salidas de Laporte primero y de Kepa después han reportado, eso sí, en torno a 145 millones de euros a las arcas rojiblancas. Una cantidad de dinero que serviría para pagar casi al contado la construcción del nuevo San Mamés. Increíble, pero cierto.
El club bilbaíno, como bien señaló su presidente en su última comparecencia pública, no acaba de entender que algunos de sus jugadores prefieran buscarse la vida lejos del Botxo. Las reticencias a nivel de afición sobre este tipo de fugas parece ir adecuándose a los tiempos que corren. Se entienden cada vez más y mejor, no se asimilan bien del todo y si de los seguidores dependiera, pocas o ningunas se llevarían a cabo pese a la inmunda cantidad de dinero percibida. Como en el Athletic, en ningún sitio. Urrutia, por cierto, apeló el pasado jueves al destino de algunos de los últimos leones que se han marchado del club para salir al paso de algunas críticas recibidas en torno a Lezama. “No hay otro momento en la historia del Athletic en el que los mejores equipos de Europa hayan venido a por tantos de nuestros jugadores, señal de que se están haciendo bien las cosas”, argumentó el presidente en esta última rueda de prensa. Todo es relativo. La Juve no vino a por Llorente, sino que el delantero se fue al club italiano tras no renovar como león. Ni Javi Martínez (Bayern Munich) ni Ander Herrera (Manchester United) son jugadores formados en Lezama. Laporte (Manchester City) y Kepa (Chelsea) sí. Dos o tres de cinco, por tanto, porque Amorebieta, al parecer, es caso aparte. En Lezama, le guste o no a Urrutia, hay un problema serio desde hace algunos años que incide más en el aspecto de la fidelización de los chicos que en el futbolístico, aunque ambos seguramente vayan de la mano. Y que a nadie se le olvide tampoco que hace algunas décadas existía el llamado ‘derecho de retención’, derecho al que se aferró más de una vez el club rojiblanco para impedir la salida de algunas de sus figuras de entonces. Que se lo pregunten si no a varios exleones de algún Athletic campeón.
Al grano
El origen de esta reflexión parte, en cualquier caso, de una simple curiosidad. De una coincidencia que quizás haya pasado desapercibida. De un dato probablemente desconocido en algunos corrillos futbolísticos.
Antes de que el City se llevara a Laporte, el objeto de deseo del equipo de Manchester hasta poco antes del ecuador de la pasada temporada no era otro que Iñigo Martínez. El entonces central de la Real no estuvo fino en un par de partidos en los que fue seguido en directo por los emisarios de Guardiola y el extécnico culé miró a Bilbao pese a que la operación le salía casi el doble.
En el caso de Kepa; el Chelsea activó su fichaje porque, pese a tener 100 kilos preparados para llevarse a Oblak, el portero del Atlético de Madrid le dio calabazas. Las segundas jugadas, paradójicamente, le han salido caras al Athletic. Deportivamente se entiende, puesto que a nivel económico...