La decisión de Kepa

E l que firma estas líneas se marchó de vacaciones con Kepa en el Athletic y ha regresado al trabajo con Kepa en el Chelsea. En un abrir y cerrar de ojos, el guardameta de Ondarroa ha protagonizado la gran noticia en negativo de la pretemporada después de renovar su contrato como león en enero tras otro culebrón con el Real Madrid de por medio. E n este último caso ya quedó bastante claro que el vizcaíno no se acabó marchando al equipo blanco porque Zidane decidió dar prioridad a los porteros que tenía en ese momento y le cerró la puerta. Por tanto, a nadie debe extrañar en este momento su decisión. Q uizá haya sido algo más sorprendente la medida del club londinense de pagar su cláusula de rescisión cifrada en 80 millones de euros, aunque bien mirado el fútbol está cobrando tal magnitud económica que esta cantidad ya se ha quedado en nada. Por ejemplo, el Barça y Umtiti firmaron en junio una cifra de 500 ‘kilos’ por romper el contrato. E stá claro que el Athletic necesita subir las cláusulas a sus jugadores franquicia si no quiere verse en esta tesitura cada vez que un león con gran futuro por delante despunta en el concierto internacional. Esto también tiene su inconveniente, porque obliga a aumentar en proporción lo que cobra el futbolista y pone en peligro el presupuesto. Difícil equilibrio. E n cualquier caso, está claro que duele que un jugador de este nivel se vaya del Athletic, pero más allá de la filosofía y de los colores está la persona. Es entendible que cualquier futbolista emprenda una nueva aventura profesional, aunque este tipo de posturas son un duro golpe en la forma de competir que tiene la entidad rojiblanca

Carlos ZABALLA @czaballa67