Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La delgada línea roja
Venimos de una semana en la que el postrero gol de Muniain , empate frente al Huesca al margen, cedió el protagonismo de un partido manifiestamente mejorable frente al Leganés, con match ball para los visitantes, en muchas crónicas pro y amateur. Las controvertidas apariciones públicas de Aduriz y Williams durante la Aste Nagusia bilbaina coparon tertulias y espacios de opinión. El primero saltando en una txosna al día siguiente de lesionarse y el segundo respondiendo con un escupitajo en medio de una discusión de pareja.
Si esto es lo grave, hay otras tantas cuestiones preocupantes. La calle es un espacio público, no forma parte de ninguna vida privada. Lo cual ni justifica la extorsión (siempre delictiva) ni la ausencia de un mínimo decoro, más si cabe al tratarse de un personaje públic. Que no caigan aleatoriamente en saco roto valores tan pregonados como el respeto y la ejemplaridad, que cunda con el ejemplo el valor de la profesionalidad para que canteranos y jóvenes en general aprendan a distinguir entre lo apropiado y lo inaceptable.
Si cabe, más preocupante es comprobar la desinhibida tolerancia de algunos. Al parecer evitar el reposo de una lesión muscular se compadece con dar botes rodeado de tu pueblo. El mismo pueblo que visita Lezama día tras día y se siente más alejado de sus ídolos gracias al sistema cada vez más bunkerizado de sus instalaciones.
El suceso de Williams (por el que ha pedido disculpas públicas) se reduce a “cosas normales de pareja”. Así lo creen numerosas cuentas en redes sociales y su compañero De Marcos. Tolerancia cero, sea quien sea y con quien sea. Éste debe ser el mensaje único e inequívoco.
Estos profesionales representan a un club y a un colectivo y su compromiso físico y actitudinal debe extenderse a las 24 horas de cada día. Por y para eso cobran y se les respeta. Si son pueblo; que actúen como tal, a ver quién mantendría su puesto de trabajo si su jefe le cazase dando botes de noche durante una baja.
Berizzo da en la diana
Berizzo dio en la diana: “Cuando uno pertenece a un club como el Athletic debe tener un comportamiento cuidadoso de su imagen pública”. ¿Dónde están el club, sus responsables y sus comunicados en todo este jaleo? ¿Debe ser Berizzo, el último en llegar, quien se coma este marrón? A veces parece que algunos dan mucha importancia a una negociación atascada, pero prefieren pasar de puntillas por aquellas cuestiones éticas y humanas que sí que trascienden de lo profesional para dañar gravemente la imagen y el prestigio de la institución. Incomprensible.
Facilitamos y avivamos con castigos el escarnio público de unos y nos inhibimos de condenar y rechazar los errores de otros. No me convence el baremo. Debía de ser mucho más urgente ejemplarizar por lo ético y no por lo personal. Por lo social y no por lo privado. Por conductas graves e inapropiadas y no por discrepancias contractuales. Sigamos reflexionando