Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“NO HAY QUE ELEVAR LOS EGOS”
Unai Simón, actual guardameta titular rojiblanco, destaca que el debut no se le ha subido a la cabeza El gasteiztarra, que renovó hasta 2023, asume que “son dos partidos, no he hecho nada”
Unai Simón (Gasteiz, 11-6-1997) ha vivido una situación rocambolesca. Viaje de ida y vuelta. De cedido en el Elche a titular con el Athletic. Efecto dominó de la salida de Kepa Arrizabalaga al Chelsea, la lesión muscular en el brazo derecho de Herrerín y los problemas contractuales de Remiro con el club bilbaíno. Con paradón en su debut en San Mamés. Y sigue de dulce, con la convocatoria de la selección sub-21. Pero al gasteiztarra no se le sube a la cabeza este gran momento. Tira de su calmada personalidad para seguir centrado.
La calidad de Unai Simón no ha pasado desapercibida para los habituales de Lezama, donde lleva desde cadete. Ya suma varios partidos con la sub-21. En junio renovó con el Athletic hasta 2023. Esta oportunidad le ha llegado antes de lo esperado, pero no está desafinando. “Soy consciente de que hasta hace un par de semanas era portero del Elche (cedido), tampoco hay que elevar los egos ni nada. Hay que tener los pies en la tierra, son dos partidos de Primera División, tampoco he hecho nada. En principio, hay que asimilarlo, todavía tengo mucho recorrido”, manifiesta con sincera humildad.
Impacto del estreno
El guardameta rojiblanco celebra su particular estreno del pasado 20 de agosto. “Siempre desde que llegué aquí había soñado con jugar en San Mamés. Estar ahí abajo, salir por el túnel de vestuarios y mirar hacia arriba y ver a toda la gente impacta, impresiona. Has conseguido un sueño. Voy a intentar hacer todo lo posible para que salga bien”, apunta.
El portador del dorsal 25 recibió una gran ovación con su paradón a Ojeda en el partido con el Leganés. Y contra el Huesca la grada de San Mamés también le mostró su respaldo en cada acción. “Cuando entro al campo estoy concentrado y me olvido de que la gente está encima, pero cuando el público aprieta y te apoya, sí te das cuenta de la que la afición está de tu parte, de tu lado, y te ayuda a lo mejor un poco más”, explica.
Unai Simón ha podido escribir ya en su expediente unas cuantas notas positivas. Con buenas intervenciones. “Si las cosas salen bien, aparte del debut te vas mucho más fortalecido para casa y con mucha más confianza para afrontar los siguientes partidos”, comenta.
Un tipo tranquilo
Kepa tenía fama de tener unos nervios a prueba de bomba. El alavés también hace gala sobre el terreno de juego de una tranquilidad que le está ayudando a llevar todo este proceso. “Siempre me lo han dicho, que en el campo soy un tipo tranquilo. Al final, lo que se busca en un portero es tener a alguien seguro atrás, tranquilo... Pero no lo busco, es mi manera de ser. No le doy más vueltas”, considera.
Volviendo al momento en el que Berizzo le colocó bajo palos, tras mandar a la grada a Remiro por sus problemas en su renovación, Unai Simón admite que “te sorprende la noticia, has llegado hace cinco días y te toca debutar. Pero al final lo llevas bien”. Sobre el momento en el que le comunicaron que volvía, dice que “exactamente no lo recuerdo, fue un lunes o un martes... La primera persona a la que llamé fue a mi padre y luego a mi madre. Son las personas más importantes de mi vida”.
El portero comparte su filosofía del día a día con esta situación deportiva. “Es venir a trabajar, entrenar, disfrutar, aprender... Y si luego el entrenador te pone el fin de semana, aprovecharlo a tope, sea yo o cualquier otro portero”, opina el gasteiztarra que, al fin y al cabo, pone sobre la mesa que “lo de jugar es decisión del entrenador, lo que tenemos que hacer es entrenar a tope todos los días, hay que seguir trabajando, creo los tres porteros estamos en ello”.
Pensar en el Real Madrid
La llamada de la sub-21 le sacará un tanto de la dinámica del Athletic, pero deja bien claro dónde tiene puesta su cabeza. “Lo primero que miro es al entrenamiento de mañana. Luego, cuando esté allí concentrado con la selección ya veremos lo que toca. Y cuando vuelva, a pensar en el siguiente partido, en el Real Madrid”, adelanta. Portero de buena planta, de 1’90, pero sin mal de altura