Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Márquez y Lorenzo sí hicieron las paces tras Jerez’2013
Sólo pasó un GP y zanjaron el tema con un apretón de manos
2013, primer año en MotoGP de Marc Márquez, el piloto de Cervera se metió en muchos líos como cualquier rookie que se precie. Y como desde el primer Gran Premio en Qatar se vino arriba tras una bonita lucha con su entonces aún ídolo Valentino Rossi por la segunda plaza, que se apuntó el veterano, se mantuvo fiel al estilo agresivo con el que venía de fábrica. Y al llegar al tercer Gran Premio en Jerez llegó su primera gran polémica y fue con quien será su próximo compañero Repsol Honda, Jorge Lorenzo, entonces el vigente campeón mundial y ya con dos títulos de MotoGP en su haber.
Márquez y Lorenzo llegaron colíderes del mundial a Jerez, uno de los circuitos preferidos del mallorquín. Días antes acababan de bautizar la última curva del circuito con su nombre y en la última vuelta de la carrera al paso por esa curva 13 se produjo la maniobra muy al límite, una copia de la que en 2005 le hizo Valentino Rossi a Sete Gibernau y que le supuso la victoria. Márquez llegó pasado a la frenada de la curva se apoyó en el carenado de la Yamaha de Lorenzo para trazarla obligando al mallorquín a corregir su trayectoria lo que le hizo perder la segunda plaza y el liderato del mundial. Si años antes todo el mundo aplaudió a Rossi no había lugar a sanción para su émulo Márquez.
La reacción de Lorenzo fue de natural enfado, un ostensible no con la cabeza en pista, mano levantada en dirección a Marc, negación del saludo en el parque cerrado y en el podio no quiso chocar las botellas de cava. Y se auto impuso una ‘ley del silencio’ y prefirió morderse la lengua: “no voy a hablar del incidente, en caliente, no gano nada con hacerlo. Sólo he cometido dos errores. He empezado muy mal y no he cerrado suficientemente la puerta en la última curva”, dijo el balear. Sin valorar jamás a Márquez, sí subrayó que “no nos hemos caído, estoy bien, no me he lesionado y hemos cogido puntos, sumo un podio más”.
“Es normal que Jorge esté enfadado, pero así son las carreras”, dijo aquel día Valentino Rossi.
Y no habían pasado ni 11 días y en la rueda de prensa de Le Mans, siguiente GP, Márquez y Lorenzo zanjaron el tema con la imagen más esperada la de chocar sus manos después de que en Jerez Lorenzo negara ese gesto hasta tres veces a Márquez, algo de lo que se había arrepentido la misma noche de Jerez. Aunque su discurso fue durísimo contra la acción impune de Márquez al venir caliente de una Safety Comission que se convocó de forma extraordinaria ese jueves y que abandonó airado tras enfrentarse a Capirossi. Con esa y otras maniobras en Silverstone, Aragón o Sepang, Lorenzo fue severo.
Este jueves en las redes sociales Jorge Lorenzo se encargó de recordar ese día para marcar una vez más distancias con Valentino Rossi, quien fuera durante siete temporadas compañero de equipo. De entrada ya le deslizó que tiene una actitud “de niño pequeño”. Y el sabe bien de lo que habla porque hasta el entonces rey Juan Carlos tuvo que mediar entre él y Pedrosa para que se dieran la mano en 2008 cuando ellos si eran pequeños
La primera gran polémica MotoGP de Marc fue con Jorge y duró un Gran Premio
El balear aprendió de su propia experiencia con Pedrosa para no prolongar el error