Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Y Stepi entrenaba sin porterías
El cierre del mercado veraniego de fichajes trajo una sorpresa de última hora en clave rojiblanca. Sabin
Merino acudió el último día de agosto a entrenar a Lezama sintiéndose jugador del Athletic y acabó la jornada siendo futbolista del Leganés. Una operación relámpago, o casi, que vino a dejar patente que Berizzo contaba con todos y cada uno de los componentes de su plantilla hasta que alguno concreto, en este caso el delantero de Urduliz, desease hacer las maletas por iniciativa propia.
El nuevo míster rojiblanco ha optado por tener a su disposición a más del doble de los leones que pueden ser alineados, al menos de inicio, en cada partido oficial. Una apuesta inusual y un tanto arriesgada porque cada fin de semana va a haber en el vestuario muchos más futbolistas frustrados que satisfechos con la decisión del técnico. Hace falta mucha mano izquierda por un lado y profesionalismo por el otro para que la fiesta transcurra en paz. Me sorprende la naturalidad con la que se asumen ciertas decisiones de los nuevos entrenadores que llegan al banquillo del Athletic. Decisiones que si llegan a ser adoptadas por un técnico de Lezama hubiesen supuesto una especie de desagravio al sentir común del aficionado rojiblanco de a pie. Stepanovic, por ejemplo, optó por quitar las porterías del campo de entrenamiento y de partida se ganó una serie de elogios que el paso del tiempo y los malos resultados, por supuesto, se encargaron de transformar en críticas feroces y despiadadas.
Hasta ahora, de momento, ya hemos asistido a la composición de una plantilla numerosa y extensa como casi nunca, a los calentamientos del portero titular los días de partido en San Mamés con hasta cuatro ‘auxiliares’ a ras de césped, a la reducción a poco más de una semana del periodo de vacaciones de un juvenil incorporado a modo de prueba a la disciplina del primer equipo... El nuevo míster, ahora y siempre, tiene un periodo de bula para hacer y deshacer casi a su antojo. Luego, en función de si la bolita entra o no, lo que ayer parecía una genialidad pasa a convertirse hoy en un auténtico despropósito.
El centro del campo
Uno de los aspectos diferentes a asimilar en este inicio de temporada del Athletic es la composición del centro del campo. Dani García ha llegado procedente del Eibar con galones de titular, Muniain ha dejado la banda para pasar a desenvolverse por la zona ancha y Unai López y Raúl García se han repartido el tercer vértice del nuevo triángulo de la medular. Iturraspe ha tenido algunos minutos y Beñat, San José y Mikel Rico han desaparecido del mapa.
Más allá del acierto o desacierto de Berizzo a la hora de adoptar este tipo de decisiones, lo que nunca se puede hacer desde fuera es perder el respeto a jugadores con una dilatada trayectoria en el fútbol de elite dentro o incluso, según el caso, fuera de la disciplina rojiblanca. Algunas cosas de las que se han podido leer y escuchar sobre estos ‘veteranos’ leones producen grima y vergüenza propia y ajena. Un respeto