Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Ganas infinitas de fútbol
Qué largo se me está haciendo, qué tensa espera. Son muchos días sin partido, no tenemos referencias y todavía no sabemos a ciencia cierta cuál es el estado real del equipo. Hemos visto cosas, buenas y malas pero nada que nos deje claro si la cosa funciona o no. Es más , tampoco el míster ha podio contar con todos los efectivos, luego no sabemos si quiera cuál es su once tipo. Tampoco conocemos realmente su propuesta, sí vemos intenciones en el juego desplegado por el equipo, pero el desarrollo de los dos partidos de Liga no nos dejan muy claro su verdadero fin.
Lo malo de no tener enfrentamientos es que se alimenta la duda. Estoy seguro de que el primero que ha lamentado esto mismo es el entrenador. Berizzo cuenta los días para volver a competir, pero además ha tenido la mala suerte de que el próximo rival al que se enfrentan los leones es el Real Madrid. Guste o no, no es el mejor contrincante para arrancar a competir tantos días después. Sea como fuere, no queda otra y seguro que el técnico argentino tiene un buen un plan en su mente.
Surgen dudas, es normal. Así, a bote pronto, yo no tengo muy claro qué va primero, si el estilo de un entrenador o que éste se amolde a los mimbres que tiene. La plantilla del Athletic en los últimos años ha sufrido un cambio de piel importante. Es difícil encontrar una definición que aúne las características de los futbolistas que componen el plantel. De saque, el físico, tan de moda en los últimos tiempos, es inferior al de otros años. Mucha gente se refiere al equipo de Bielsa y no hay más que recordar aquel once y comprobar que había más empuje que ahora. Habrá quien diga que ahora el equipo es más técnico, tengo dudas. Lo que sí parece claro es que la casta tan reconocible en el ADN de los leones, no es ahora mismo una constante. El fútbol cambia y quizá los jugadores cada vez sean más completos y no destaquen en una faceta concreta, pero en el caso rojiblanco urge buscar algo que junte a todos y enseñe al resto que seguimos siendo distintos.
Los entrenadores rivales siempre hablan de la intensidad de los partidos ante los de San Mamés, pero aquí cada vez son más los equipos que vienen y acaban rascando puntos. Me da igual si son de la elite o recién ascendidos. La historia está muy bien, pero en el deporte del balón cada año se reescribe la misma. Como dice un amigo mío, la historia no mete goles.
Tengo verdaderas ganas de emocionarme con el equipo y creer en él. Los hay que directamente creen aún sin ver nada. Yo no, soy un poco más exigente porque además creo que la exigencia no es mala y porque entiendo que están capacitados para hacerlo mucho mejor. Me ilusioné con el fichaje de Berizzo y estoy deseando que me dé la razón. El tema es que sólo de él no depende. Los actores están en el césped y con su trabajo deben encontrar ese juego que nos levante del asiento. Y si no es juego, por supuesto la actitud. Aquí se premia, mucho.
El calendario a corto plazo es complejo, pero, asimismo, muy ilusionante. Son auténticos partidazos ante grandes equipos y tiempo ha tenido el míster para inculcar e incidir en los conceptos que él mismo quiere que sus jugadores plasmen sobre el terreno de juego. Nadie podrá decir que no se trabaja desde la tranquilidad en Lezama, más solos no pueden estar