Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Del clásico bajón al ilusionante subidón
La ovación dedicada desde las gradas a los leones deja ver la satisfacción de la afición rojiblanca con su equipo
San Mamés vibró el pasado sábado con su Athletic. La ovación generalizada dedicada desde las gradas a los leones al término del encuentro habla bien a las claras de la satisfacción de la hinchada bilbaína con su equipo. Los rojiblancos habían tratado de tú a tú al todopoderoso Real Madrid.
La apuesta inicial de Berizzo varió respecto a los dos anteriores compromisos ligueros disputados por el Athletic en su propio estadio. El técnico argentino se mantuvo fiel a su sistema 4-3-3; pero con algunas variaciones tácticas, sobre todo en lo que a las posiciones de determinados jugadores y la elección de los hombres del centro del campo hace referencia.
Con Aduriz recuperado, para empezar, el míster rojiblanco se decantó por Williams como delantero centro. Raúl García, que acabó ejerciendo de ariete tras los tres cambios reglamentarios llevados a cabo por Berizzo, formó parte del tercer vértice del triángulo de la línea medular bilbaína, puesto que Muniain, a modo y manera de lo que venía sucediendo en los últimos años, regresó al interior zurdo. Córdoba, por cierto, no fue ni convocado.
La gran sorpresa de la noche vino dada por la titularidad de Beñat. El futbolista de Igorre ni siquiera había entrado en las convocatorias de los dos compromisos anteriores. El sábado, en cambio, compartió zona ancha junto al sólido Dani García. Ambos parecieron encontrarse cómodos con la repartición de funciones ordenada desde el banquillo y el inestimable apoyo, cómo no, del batallador Raúl García y de los dos interiores.
Otro matiz a tener en cuenta en lo que al once titular del Athletic hace referencia fue la ausencia de Núñez, el león más regular del equipo durante la pasada campaña, en la lista de 18. Nolaskoain, su sustituto hasta la fecha, quedó relegado esta vez al banquillo dado el regreso de Iñigo Martínez. El ondarrutarra estuvo a la altura del clásico. Yuri, también.
El equipo de Berizzo, como ya le sucediera ante Leganés y Huesca, acusó el desgaste físico durante una fase concreta del choque, aunque en esta ocasión no coincidió con los minutos finales. Los duelos uno contra uno entablados en la zona ancha empezaron a pasar factura a los leones tras las incorporaciones de Casemiro e Isco. El gol del empate firmado por este último supuso, sin embargo, un punto de inflexión en el desarrollo del encuentro. Más vale tarde que nunca.
El ‘debutante’ San José compa- reció en lugar de Williams en el minuto 74 (si a Ziganda le da por hace el mismo cambio todavía le están resonando los oídos) y Mikel Rico reemplazó a un agotado Beñat en el 80. El Athletic, dicho de otra manera, disputó el último cuarto de hora con un falso nueve (Raúl García) y un trivote formado por uno de los fijos del nuevo míster (Dani García) y dos leones que se estrenaban en esta Liga (San José y Mikel Rico). El capitán Susaeta terminó en el interior zurdo y Capa en el diestro.
Obligado por las circunstancias o no (lesión de Muniain), lo cierto es que Berizzo encontró una solución ideal para dar profundidad a la banda derecha de su equipo. Marcelo sufrió más de la cuenta tras la incorporación del jarrillero y De Marcos encontró una alternativa ideal para soltarse más en ataque. La aportación del exjugador del Eibar resultó sumamente interesante.
El nombre propio del clásico, en cualquier caso, fue Unai Simón. El portero rojiblanco, a decir del míster, ha sorprendido a propios y extraños con el gran nivel ofrecido en estos tres primeros partidos de Liga. La presión ambiental, visto lo visto ante el Madrid, no parece afectarle. El domingo, en el Villamarín, saldremos de dudas
El Athletic volvió a acusar el desgaste, pero esta vez no en los minutos finales