Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Ibai premia el sufrimiento albiazul El Alavés utilizó el libro de estilo de la temporada pasada para ganar a domicilio
Los de Abelardo superan las múltiples bajas y ganan en el descuento un duelo trabado y de máximo equilibrio en el José Zorrilla
El Alavés apela a la solidez y al libro de estilo del pasado curso para burlar a la adversidad. La lesión de Rubén Sobrino, un hombre clave hasta ahora, no restó solvencia a un conjunto que, una vez más, demostró saber sufrir. Abelardo supo sacar el máximo partido de lo que tenía para, primero, mantener el pulso en todo momento al Valladolid y, en el último suspiro, dar el golpe de gracia con el gol de Ibai Gómez en el descuento.
Suma así el cuadro babazorro tres puntos de oro en un duelo en el que, muy mermado por las lesiones, partía en clara desventaja. Sin embargo, supo jugar sus bazas a la perfección. Con Darko y Calleri como debutantes y tres novedades en el once -también entró Ximo Navarro por Maripán-, se desenvolvió como pez en el agua en un choque muy trabado en el que Jony, en el minuto 30, y Keko, en el 78, tuvieron las ocasiones más claras.
Un día más, Fernando Pacheco resultó clave en un mano a mano con el atacante rival para que su equipo llegara vivo al desenlace. En el último suspiro, una cabalgada de Jony originó el tanto de la victoria. El de Cangas de Narcea asistió a Ibai Gómez, otro de los destacados, para que éste consiguiera en el descuento el definitivo 0-1 con un magistral zapatazo.
Especialista en supervivencia
Ninguno de los dos equipos logró imponerse en una primera parte muy sosa, con alternativas constantes, mucha brega y muy pocas ocasiones. Abelardo se vio obligado
a apostar de salida por Calleri y Guidetti en la delantera ante la lesión de Rubén Sobrino.
También decidió incluir a Darko junto a Wakaso en la sala de máquinas dejando al capitán Manu García en el banquillo. La entrada del serbio apenas cambió el perfil
mostrado hasta ahora por los babazorros, que sí que mantuvieron un poquito más la pelota en su poder, pero apenas crearon fútbol desde el doble pivote.
Ximo Navarro entró por Maripán en busca de mayor velocidad en el dúo de centrales. Enfrente, el
Valladolid tampoco se encontró cómodo con el balón en los pies gracias a la buena presión gasteiztarra. En el 16, Keko cabeceó alto en muy buena posición un centro de Nacho desde la izquierda en la única acción local de peligro en los muy tediosos 45 minutos iniciales.
Se acercó más a portería el Alavés y su mejor ocasión se produjo en el 30. El sueco se desplazó a banda zurda para recoger un balón largo y combinar con Jony, que se fue hacia dentro y disparó con mucha intención muy cerquita de la base del poste de Masip.
Ambición
La segunda parte transcurrió con el mismo guión; un toma y daca sin claro dominador. En el 78, Keko tuvo la mejor ocasión, local, pero primero Fernando Pacheco, magistral un día más en el uno contra uno, y después Laguardia in extremis impidiéndole remachar a gol el rechace, impidieron el 1-0.
Abelardo se mostró codicioso y metió a Twumasi y Burgui en la delantera junto a Manu en el centro del campo para refrescar al equipo. Tuvo recompensa a su capacidad de sufrimiento el Alavés en el descuento. El gol de Ibai Gómez, en una acción de contragolpe con el ADN albiazul, significó tres puntazos de oro