No parece muy serio

De un tiempo a esta parte el fútbol se mueve por una serie de intereses que poco o nada tienen que ver con los del aficionado de a pie. La televisión paga, la televisión manda. Al resto le toca asistir al espectáculo como mero convidado de piedra.

Otro el Athletic, partido otro fuera cambio de casa para respecto al guión inicialmente establecido. Lo del domingo en Sevilla poco o nada tiene que ver con lo de hace unas semanas en Vallecas, pero tampoco responde al guión inicial. Esta vez no se trata de un aplazamiento del encuentro, pero sí del retraso de la hora fijada en un primer momento.

Seguro que algún hincha rojiblanco se ha visto afectado por ambas variaciones. Alguien que en su día planeó viajar a Madrid y se quedó con la miel en los labios por los problemas de seguridad en las gradas del estadio vallecano. Alguien que para sacarse la espina planeó un viaje en el día a la ciudad hispalense y que ahora, dado el cambio de horario, se queda sin vuelo de vuelta.

Ya se sabe que el motivo de este retraso de la hora de comienzo del Betis-Athletic es el calor, la alta temperatura. ¿Pero hay que esperar hasta el mismísimo jueves para darse cuenta de ello? ¿No se conoce la previsión del tiempo con varios días más de antelación?

ARaúl García se le pidió ayer en Lezama la opinión sobre este retraso y vino a responder que la diferencia de temperatura existente de un horario a otro será de uno o de dos grados como máximo, por lo que cree que no afectará al rendimiento de uno u otro equipo. A algún seguidor del Athletic, en cambio, le han arruinado el viaje. Unas veces por el calor, otras por el interés de la televisión y así suma y sigue. No parece muy serio