Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Marc arriesgó justo donde tocaba
De las citas que quedan para el final del Mundial de MotoGP 2018 la cita más propicia para volver a sentirse Marc Márquez era Motorland Aragón. Es un circuito a izquierdas, donde puede divertirse derrapando a lo dirt track.
Desde el 15 de julio en Sachsenring cuando sumó su quinto triunfo Marc se había portado ‘bien’. Había usado la calculadora pero a regañadientes aceptaba que “las rojas” le fueran arrebatando victorias aunque podio a podio iba abriendo hueco. Y aunque durante este tiempo se ha divertido compartiendo el show con Dovizioso y Lorenzo, necesitaba volver a ganar carreras, a tomar sus riesgos por
Circuito a izquierdas y colchón suficiente, lo tenía todo para arriesgar en Alcañiz
la victoria. Motorland era un riesgo controlado y se ha salido con la suya.
El campeonato está encarrilado desde el primer tercio porque a Ducati le costó el inicio y le dio esa ventaja y Yamaha nunca fue un rival ni por ganar carreras. En Alcañiz valía la pena dejar de ser conservador y arriesgarse en la estrategia del neumático trasero blando. “Estás loco”, le decían en el box tras sumar en el warm up la segunda caída del Gran Premio. Pero hacer algo diferente le permitía ayer derrotar a las Ducati en el tramo final de la carrera cuando en el último giro y medio abrió suficiente distancia con Dovizioso, que ya no pudo aprovechar su ventaja en la recta larga