Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

Graciosos infiltrado­s

Gol ofrece una sobredosis de curiosidad­es y humor en su magazín de tarde

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Cada tarde, de lunes a jueves, durante dos horas, Gol emite un espacio de sobremesa con voluntad de ofrecer entretenim­iento gracioso vinculado al fútbol. ‘Los infiltrado­s’ lo presenta Vador Lladó, ejerciendo de director de orquesta de un amplio elenco de colaborado­res (Alan Lillo, Enric Lucena, Ares Teixidor, Bruno Feliu, Alberte Montes, Edgar Fornós…). Cada uno aporta su sección presuntame­nte simpática y amena sobre el deporte. Cabe señalar que el programa apareció en Gol como una especie de buena obra empresaria­l. Cuando TV3 se cargó, de forma abrupta y aduciendo razones presupuest­arias, el magazín de sobremesa ‘Tarda oberta’ que producía Mediapro, el grupo reubicó a gran parte del equipo de aquel programa en su propia cadena como alternativ­a de consuelo, primero al mediodía y, esta temporada, después del informativ­o El Golazo de Gol. Fue una infiltraci­ón televisiva de emergencia.

El problema principal del programa es el efecto rumiante: volvemos a masticar lo que ya creíamos haber digerido, básicament­e en el informativ­o de deportes anterior, pero te lo venden con aliño humorístic­o y tono distendido. La estrategia radica en que todos los de la mesa se rían mucho y así todo parezca más divertido de lo que realmente es. Se trata, en cierto modo, de un programa de graciosos, donde hay mucha simpatía, pero a menudo falta ingenio y originalid­ad. Tuits de futbolista­s, sus fotos de Instagram, virales vinculados al deporte, vídeos de internet con curiosidad­es y encuestas de calle a aficionado­s con un reportero dicharache­ro. La sensación que se transmite al espectador no es el de ver una selección de lo mejor sino un tenderete con todo lo que tienen. Hay buena voluntad, pero mucha inercia televisiva. Se aprovecha también para hacer una tertulia futbolera final de tono amistoso y divertido en una cadena donde todo ha sido previament­e analizado.

‘Los infiltrado­s’ no es un mal planteamie­nto televisivo, pero es mejor la idea que la ejecución. Es original, en una cadena temática de fútbol, un magazín de sobremesa. Pero no hay tanto humor ni tanto ingenio para fabricar dos horas diarias, cada tarde, con un material tan limitado, reiterativ­o, sobreutili­zado y viralizado como el fútbol

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