Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Hundimiento en 68 segundos
El Leganés dio la vuelta al marcador en poco más de un minuto y el Barça lleva encajados 7 goles en 6 jornadas
Al Barça no le bastó con el currículum ante el colista. Marcó pronto y tras una veintena de minutos de control, creyó tener amansado al Leganés. El trabajo de demolición de un sistema con cinco defensas estaba hecho y pensó que en la segunda parte remataría el partido por inercia. Sin embargo, su fútbol se volvió entonces insulso. El equipo había olvidado el gen competitivo en el vestuario y el Leganés se transformó, esta vez sí, en un monstruo. A los locales le bastaron 68 segundos para demostrar que el dispositivo defensivo azulgrana no funciona. Dos goles por fallos individuales atrás, el segundo impensable de Piqué entregando el balón al rival, tumbaron a un equipo sorprendentemente frágil y sin intensidad.
En un día adecuado para las rotaciones -seis en relación al once del Girona, la mayoría de titulares-, Valverde regresó a su línea titular en la zaga con la única novedad de Vermaelen para dar descanso a Alba. El belga no es tan profundo en las subidas y aunque salió en la foto del primer tanto, la culpa fue repartida.
Así que las rotaciones no dañaron el caparazón defensivo, fue el desajuste de todo el equipo. El problema es gordo. En Liga, el Barça ha encajado 7 goles, a uno por encuentro, y todos en las últimas cuatro jornadas. Contando todos los torneos, el promedio se mantiene en uno. Una contabilidad inaudita en el Barça. Rebuscando en la temporada pasada, el Barça del mismo Valverde tardó 14 jornadas en encajar el mismo número de goles. Algo falla y está atrás. El Leganés tuvo alguna ocasión más, como aquella de En-Nesyri que envió el esférico al cuerpo de Ter Stegen y alguna aproximación en la que le fallaron las fuerzas. Pudo ser el tercero.
El Barça ya no defiende con solvencia. Precisa de más determinación y menos ortodoxia. El mal es general porque Valverde apenas introduce retoques atrás. Ha utilizado cuatro defensas distintas en los ocho partidos oficiales, pero en lo esencial apenas ha habido cambios. Piqué y Umtiti han sido por mayoría el tándem ofensivo titular y Alba es el dueño del lateral izquierdo. Sólo Sergi Roberto y Semedo se alternan. El desbarajuste también alcanza a la media que ya no ayuda como antes a defender y si se juega sin cuatro centrocampistas, es entonces mucho más evidente. El año pasado se encajaron 29 goles. Van seis jornadas y se llevan 7. La media es de 42. Terrible