Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
RODILLO DENNIS
Rohan Dennis es el nuevo campeón del mundo contrarreloj tras dominar la prueba con autoridad Campenaerts discutió la plata a Tom Dumoulin. Castroviejo, 6º, sin opción de luchar por las medallas
Sin discusión. Cuando todo el mundo daba al holandés Tom Dumoulin como principal candidado a la medalla de oro en la contrarreloj individual del Campeonato del Mundo de Innsbruck (Austria), el australiano Rohan Dennis daba un golpe sobre la mesa y se colgaba su primer oro y primera medalla en su sexta CRI mundialista. El corredor del BMC fue superior desde el primer golpe de pedal, siendo el mejor de todos los parciales, por delante de un superado Dumoulin que bastante hizo con colgarse la plata por delante del campeón de Europa Victor Campenaerts. Jonathan Castroviejo fue sexto y Marc Soler el 23º.
Antes de la salida advertía el defensor del oro logrado en Noruega 2017 que no estaban ni Froome ni Roglic, los ciclistas que le acompañaron en el podio de Bergen, pero que había que tener cuidado con Dennis, un presagio que se cumplió al pie de la letra. Había quien en la previa vestía de nuevo con el arco iris a Dumoulin, antes que empezara una larga y dura contrarreloj individual de 52,5 kilometros, en la que en los primeros 30 kilómetros había que ir como una moto y saber sufrir en la dura ascensión del kilómetro 32,5 a Gnadenwald, una subida de 5 kilómetros con un desnivel medio del 7,1% y un máximo del 14%, sin olvidarse de la dificultad de los kilómetros restantes.
Ya en la primera toma de tiempos, en el km 16,6, Dumoulin se dejaba 8” respecto a un Dennis que iba lanzado, con un Tony Martin al que se le haría demasiado cuesta arriba la crono y un Jonathan Castroviejo que estaba un punto por debajo y que sería doblado por Dennis. Por contra, Campenaerts, luciendo su habitual estampa clásica, marcaba el cuarto mejor registro y dejaba buenas sensaciones.
A partir de este punto, la diferencia de Dennis sobre Dumoulin en vez de ir a menos fue a más, en un terreno que parecía favorable a Tom, hasta el punto que tras la dura ascensión en el km 35,2 perdía 1’03”. Y bastante iba a tener con asegurarse la plata ante la amenaza de Campenaerts.
Dennis, bien guiado desde el coche, iba directo a por el oro. Su margen no decrecía y cuando detuvo el crono en meta ya tenía el oro colgado al cuello. Faltaba por llegar Dumoulin, pero por más que la ‘mariposa de Maastricht’ desplegara sus alas era imposible que le arrebatara al australiano una gloria que perseguía desde niño.
Rohan se sabía ganador, pero no quiso celebrarlo de forma muy efusiva hasta que su principal rival no llegara. En cuanto lo hizo, los ojos de un vencido Dumoulin brillaban, pero de decepción, de verse superados y de no tener ninguna opción a la victoria. En cambio, los de Dennis deslumbraban, pero de felicidad
El australiano explotó la forma que le dejó la Vuelta, en la que ganó las dos CRI