Buen provecho, Pedrerol

En Jugones vimos, posiblemente, la noticia más nauseabunda de la historia de laSexta

Ayer, los informativos de Atresmedia se recreaban en una noticia que estaba poco justificada en el espacio de deportes. Un chico había denunciado con un vídeo a su compañero de trabajo en un bar por escupir dentro de las pizzas que preparaba antes de servirlas. ¿Qué justificaba esta noticia en los deportes? Pues que el bar en cuestión era el del estadio de los Detroit Tigers.

En Antena3 Deportes ofrecieron el vídeo con la deferencia de difuminar la parte que correspondía al enorme y asqueroso esputo cayendo en la masa de la pizza. Pero en Jugones de laSexta, Josep Pedrerol deleitó a su audiencia con la que, probablemente, sea una de las noticias mas nauseabundas de la historia de la cadena. El presentador advertía que las imágenes eran desagradables, como si le preocupara la sensibilidad de la audiencia. Al empezar el vídeo, vimos el enorme escupitajo. Esta vez sin difuminar, tal cual. Como eran las tres de la tarde y la gente es posible que esté comiendo, pensamos que no se cebarían en una escena tan vomitiva. Pero Pedrerol siempre supera las expectativas. Y ahí lo teníamos: empezaron con un bucle interminable de repeticiones del gargajo tan impensable como asqueroso. Mientras nos contaban la cronología del suceso, tanto en la introducción del vídeo, en la pantalla del plató como en la innecesariamente larga noticia, repitieron hasta, atención, dieciséis veces el salivazo. Dieciséis. “Desagradable” advertía Pedrerol. Pero lo que hicieron en Jugones era mucho más que eso. Era nauseabundo. Se recreaban una y otra vez en una imagen que provocaba arcadas. Esa ultra-repetición no aportaba nada a la noticia. Era aberrante.

La decisión de reiterarse en el escupitajo en la comida evidencia cuál es la escala de valores del programa. Ese bucle de esputos dice mucho del criterio televisivo y profesional de sus responsables. Las dos últimas repeticiones, las añadieron al final de la noticia, cuando esta ya había terminado, como simple remate final. Mientras, la voz en off advertía: “Por si acaso miren bien lo que comen en un estadio”. Exacto. Y por si acaso, miren bien lo que eligen ver en la televisión porque en ambos casos están corrompiendo la calidad del producto