Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El milagro canadiense
Es uno de los pocos países del mundo sin liga profesional
El rival de España en cuartos tiene una particularidad en relación a los otros quince participantes en esta Copa del Mundo. De las doce jugadoras que forman la selección de Canadá ni una sola juega en la liga profesional de su país. Y eso tiene una fácil explicación: Canadá es uno de los pocos países del mundo sin una liga profesional de baloncesto femenino.
Kia Nurse y Kim Gaucher juegan en la WNBA (New York Liberty y Sacramento Monarchs), la mayoría de sus compañeras han jugado esta pasada temporada en el basket europeo -–Francia, Bélgica, Polonia, Rusia...– y las jóvenes progresan en la NCAA estadounidense (Carleton en Iowa State y Colley en Michigan State) o en el NEDA de su país, el National Elite Development Academy, una especie de Siglo XXI a la canadiense.
El contraste entre el buen trabajo en la base y la escasez de oportunidades para las jugadoras senior ha sido siempre un lastre para el basket canadiense femenino. La selección ha hecho de elemento aglutinador del talento del país pero las jugadoras solo coinciden durante uno o dos meses en verano y la mayoría no se ha enfrentado nunca antes con las que se convierten en sus compañeras en el equipo nacional.
“Somos uno de los pocos países del mundo que no tiene una liga profesional doméstica”, lamentaba Denise Dignard, directora de
Todas las jugadoras senior del rival de hoy de España juegan fuera de su país
alto rendimiento para el programa nacional femenino de Canadá. “La calidad de las jugadoras que llegan está mejorando de forma tremenda y tener una liga nos ayudaría enormemente a alcanzar nuevas cotas”, apuntaba hace unos meses a la web Sportsnet.
La popularidad del basket en Canadá es muy alta, con récords de asistencia y audiencia televisiva para los Toronto Raptors, la franquicia de la NBA en el país. También se ha creado hace poco una liga profesional masculina, la National Basketball League, con franquicias en diferentes ciudades. Pero no existe nada equivalente en categoría femenina.
“Me sorprende que no haya todavía una liga femenina en Canadá”, señalaba DeMar DeRozan antes de dejar los Raptors rumbo a los San Antonio Spurs. El escolta suele llevar a sus hijas a partidos de la NBA cuando regresa en verano a su casa de Los Angeles. “Quiero que vean que para las mujeres también es posible jugar a un alto nivel”, señala. “Necesitamos tener un sistema también en Canadá en el que las mujeres puedan desarrollarse en el deporte del baloncesto”.
Solo hay una liga profesional femenina en Canadá, la de hockey hielo, y los estudios demuestran que las niñas canadienses practican más el basket que el hockey. Pero la falta de rentabilidad económica de una liga de basket femenino es un argumento difícil de contrarrestar en un país en el que las ligas no dependen de la federación. Para muchos una solución a medio camino sería la creación de una franquicia de la WNBA en Canadá, lo que sería una inspiración para las jugadoras jóvenes