Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

El apoyo catalán de Kipchoge

Marc Roig ejerce de fisioterap­euta y preparador físico en el ‘training camp’ del recordman de maratón

- Joan Justribó

En un austero ‘training camp’ de Kenia, a 25 kilómetros de Eldoret, la ciudad con más estrellas del atletismo por metro cuadrado, se cocinó el alucinante récord del mundo de maratón de Eliud Kipchoge en Berlín (2h01’39”). De ese récord, de las virtudes del inimitable Kipchoge y de su propia aventura en Kenia habla para MD Marc Roig, el atleta de Sant Pol de Mar que echó raíces en Kenia, donde ejerce de fisioterap­euta y preparador físico, cuidando cada semana de las piernas de Kipchoge y otros súper atletas.

UN CATALÁN EN ELDORET

“Mi primer viaje a Kenia fue en 2009, por un voluntaria­do. Necesitaba un cambio de aires y me fui un mes a Eldoret a trabajar con niños de la calle. Allí conocí a mi mujer, Mercy, y tras unos cuantos viajes y algunas vacas pagadas (ríe), nos casamos. Ella no es atleta. Tenemos tres hijos, a los que hablamos en inglés, suajili y catalán. El castellano lo aprenderán también, y yo espero aprender bien suajili, aunque me cuesta. Empecé a hacer de

Desde 2015, cuida de las piernas de Eliud y sus compañeros, para los que idea ejercicios

‘fisio’ hace tres años. Aún corro con ellos al menos una vez por semana y no dejo de competir, pero menos que en España. Me ha motivado ver que en el Europeo se han metido atletas en la selección española con 2h16’, y eso es casi lo que tengo yo (2h18’). Me voy a dar otra oportunida­d. Aunque no creo que sea para toda la vida, hoy por hoy mi familia y yo no nos movemos de Kenia, estoy genial”.

MASAJISTA Y ‘FISIO’

“No soy el único fisio allá. A mí no me gusta hacer masajes más fuertes de la cuenta, pero a los kenianos les gusta cuanto más fuertes y profundos, mejor. Quizá piensan que no aprieto demasiado. Pero bueno, yo he visto a Eliud recibir masajes fortísimos ¡y se duerme en la camilla! En cuanto a la preparació­n física, les propongo cosas muy básicas, ejercicios grupales en el suelo y algunas pesas para la gente de pista. Parece increíble pero hasta ahora no hacían nada, sólo correr. Si cogían una pesa, era una barra atada a dos cubos de hierro a los extremos que no sabían ni lo que pesaba. Hay atletas con pereza para eso y otros, como Abel Kirui, que harían ejercicios todo el día. Se machacan corriendo, pero descansan más que nadie, más que un atleta occidental. O están corriendo o están echados. Y en los entrenamie­ntos, por la mañana duro y rápido, pero el rodaje de las tardes es súper lento, el mil a 5 minutos y pico. Si aprietas, te gritan que te relajes”.

“Las dos horas en maratón tardarán en caer. Siguen lejos, hasta para Kipchoge”

EL RÉCORD

“La carrera de Berlín la vimos en un bar de Eldoret. Estaba la familia de Kipchoge, porque lo montaba uno de sus patrocinad­ores, que aquel día le regaló un coche. En cuanto ganó, salimos a la calle a bailar y celebrarlo y ni vimos quién quedó segundo. La marca (2h01’39”) me sorprendió. Nadie en el ‘camp’ se la esperaba. Hicimos una porra previa y todos ponían 2 horas y dos minutos mínimo. Yo, 2h02’37”, y ya me parecía mucho, ¡era récord del mundo! Erré por un minuto. ¿Cuál es el límite? Las 2 horas tardarán en caer. Eso está muy lejos. No descarto que Eliud se supere a sí mismo, pero no sé si 1’39”... y aparte de él, no veo a nadie más, el escalón de diferencia con los demás es grande. Es que ni podrán acercarse”.

EL INIMITABLE KIPCHOGE

“Eliud y yo nacimos el mismo año, 1984. Competí con él de junior y también en la ‘media’ de Barcelona, antes de que me conociese. Es diferente a los demás. Lleva 15 años seguidos en la elite y eso no es común en Kenia. El primer factor que lo hace diferente es su mentalidad. Es el alumno que todos querrían tener, obediente, entregado y disciplina­do. Y después está Patrick Sang, que lo lleva muy bien, nunca le ha quemado en busca de resultados ni dinero. Eliud actúa como si tuviera una misión en el atletismo más allá de sí mismo. Y es muy modesto, quizás el más humilde de todos. Podría construirs­e un campo de entrenamie­nto para él solo, pero duerme en el camastro más cutre y ayuda al grupo, tiene detalles que paga de su propio bolsillo. Le encanta leer y está enterado de todo, del fútbol y hasta la Fórmula 1. Supongo que le gusta porque le fascina todo lo relacionad­o con el alto rendimient­o”

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 ?? FOTO: NN/ARCHIVO MARC ROIG ?? Imágenes de Marc Roig en el ‘training camp’ de Kipchoge, donde ejerce de ‘fisio’ y dirige ejercicios. Abajo a la derecha, Kipchoge con la camiseta de Berlín, escenario de su récord
FOTO: NN/ARCHIVO MARC ROIG Imágenes de Marc Roig en el ‘training camp’ de Kipchoge, donde ejerce de ‘fisio’ y dirige ejercicios. Abajo a la derecha, Kipchoge con la camiseta de Berlín, escenario de su récord
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