Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
LA TORMENTA PERFECTA
España jugará hoy (21 horas) las semifinales contra Australia después de un gran triunfo sobre Canadá La selección entró tres abajo al último cuarto pero le dio la vuelta al partido con un enorme parcial de 0-19
Increíbe. Lo nunca visto. La selección española disipó ayer todas las dudas que había despertado con su discreto torneo hasta la fecha con un triunfo espectacular sobre Canadá por 53-68 que le abre las puertas de las semifinales de la Copa del Mundo de Tenerife de este sábado (21:00 horas), donde se las verá con la poderosa Australia. Tras una batalla muy equilibrada, España entró en el último cuarto tres puntos abajo (50-47) pero le dio la vuelta al partido con un increíble parcial de 0-19. Las americanas se pasaron casi nueve minutos sin anotar y su única canasta en juego llegó a 8 segundos del final del encuentro ante el delirio de un pabellón Santiago Martín que se tenía que frotar los ojos ante lo que acababa de ver.
Mención especial para Queralt Casas, cuya garra en defensa y valentía en ataque acabaron contagiando a sus compañeras. La catalana, con 13 puntos (6/7 en el tiro), 3 asistencias, 3 recuperaciones y muchas acciones defensivas de mérito, demostró que está lista para disponer por fin de una plaza fija en la selección.
Lucas Mondelo lo había avisado en la víspera. “El plan es llevar el partido igualado al último cuarto y ahí los que pueden sentir el miedo escénico son ellos y lo que podemos tener el colmillo afilado so- mos nosotros”, había dicho. Pues tal cual. El técnico de la selección clavó su pronóstico, pues el encuentro vio tomar una primera ventaja a Canadá, moverse en una gran igualdad en el segundo y tercer cuarto y llegar al inesperado desenlace del último, con las canadienses estrellándose con la defensa española y con el siempre temiel ble miedo a ganar de las que no están acostumbradas a ello. El equipo de Thomaidis se había presentado en Tenerife con un psicólogo pero su trabajo solo ha dado sus frutos hasta que el equipo se las ha visto con un equipo tan duro mentalmente como España y en un partido a vida o muerte,
Alba Torrens había estrenado marcador con un triple pero el 0-3 inicial fue un espejismo. Pronto se pudo ver que los elogios de Mondelo en los días previos hacia Canadá estaban plenamente justificados. Las americanas parecían tres cursos mayores que las españolas, que no hallaban la manera de ofrecer una respuesta al superior físico de su rival. Tras más de seis minutos España seguía anclada en los 3 puntos (7-3) y un minuto después veía como Canadá se ponía con una máxima ventaja de 8 puntos (14-6).
Fue el aporte de nuevos bríos desde el banquillo lo que reactivo a la selección española. La entrada en pista de Cristina Ouviña y Casas dio más dinamismo al ataque
SOBERBIA DEFENSA España defendió siempre bien pero lo bordó en el cuarto final (cedió 3 puntos) GEN DE CAMPEONAS Las españolas fueron mucho más duras mentalmente cuando se decidía todo
e impuso una agresividad en defensa de la que se contagió todo el equipo. Además, España estaba consiguiendo controlar el rebote ofensivo, una de las principales armas de Canadá. La consecuencia fue un parcial de 4-17 a caballo entre los dos primeros cuartos con los que la selección no solo regresó al partido sino que se puso por delante (18-23, minuto 15) y se demostró a sí misma que, recuperando sus señas de identidad, es capaz de ganar a cualquier rival. O casi.
A partir de ahí, el duelo fue igualadísimo. Entre el minuto 15 y el 30 ningún equipo tuvo una ventaja superior a los cuatro puntos y en el tercer cuarto solo Canadá metió dos canastas seguidas, que es lo que la llevó a entrar en los últimos diez minutos 3 arriba (50-47).
Y a partir de ahí, el apoteosis