Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Berizzo despide a sus jugadores uno a uno
El técnico argentino, que también se abrazó con Lenglet, no puede disimular su alegría por el punto sumado
Tarde de sorpresas en el Camp Nou. Berizzo apostó de partida por el mismo once titular del Villamarín en detrimento de Muniain y el recuperado Aduriz, entre otros. Mikel Rico fue el león sacrificado de la lista inicial de 19.
El desasosiego resultó mucho mayor en las filas locales nada más trascender la alineación inicial de Valverde. Messi se quedaba en el banquillo. Busquets, también. Aspiazu, como en su etapa de ayudante del técnico gasteiztarra en Bilbao, fue el responsable de dar las primeras explicaciones oficiales sobre el asunto. Dosificación. El argentino, así y todo, tuvo tiempo para hacer de las suyas en la última media hora de juego.
Los leones, para seguir incidiendo en aspectos inesperados, cambió su tradicional indumentaria en esta visita al coliseo azulgrana. Los rojiblancos vistieron más rojiblancos que nunca, puesto que el calzón negro habitual quedó relegado por, según Jaime Latre, “coincidencia de colores”. La histórica casaca lució esta vez con pantalón y medias blancas.
Lo que ya no es ninguna sorpresa tratándose de los encuentros del Athletic es el calor reinante. En el Villamarín tuvo que retrasarse una hora y media el inicio debido a las altas temperaturas. Frente al Villarreal, el pasado miércoles en San Mamés, el bochorno también fue una de las tónicas dominantes. Ayer en Barcelona, tres cuartos de lo mismo.
Las noticias, buenas y malas, se fueron sucediendo a lo largo de la tarde en clave bilbaína. Iñigo Martínez, por ejemplo, se tuvo que retirar lesionado por una nueva lesión muscular. Nolaskoain, su sustituto, cumplió. En el otro lado de la balanza cabe resaltar el regreso de Aduriz. El donostiarra, ausente desde la primera jornada, ayudó al equipo en la recta final del clásico.
Con el Barça lanzado desesperado en busca de la remontada, al Athletic le faltó en esos momentos salida en velocidad bien en ataque, bien en contraataque. Williams, que al igual que Beñat, llevaba tiempo pidiendo a gritos el cambio no es un jugador del mismo perfil que el pichichi rojiblanco. En cualquier caso, Raúl García ayudó a facilitar las cosas tanto a uno como a otro y eso que tampoco iba sobrado de gasolina.
Los leones sorprenden a propios y extraños con su pantalón y medias blancas
Caras de satisfacción
Los leones supieron valorar en su justa medida el resultado conseguido. Nunca es fácil puntuar en el Camp Nou. Además de hacer un buen partido suele ser necesario tener la dosis de fortuna adecuada. Ni una cosa ni otra le faltaron ayer a los rojiblancos.
Berizzo no pudo contener la alegría por el punto sumado. El técnico argentino salió al césped una vez que el árbitro pitó el final para abrazarse
y saludar uno por uno a todos sus jugadores. También tuvo un aparte con Lenglet, el defensa al que tuvo a sus órdenas la pasada campaña en el Sevilla.
El míster no era el único satisfecho del bando bilbaíno en el coliseo azulgrana. Unai Simón, acertado y tranquilo en uno de los estadios que más intimidan a cualquier portero del mundo, tomó el camino de vestuarios después de regalar su camiseta a un hincha del Athletic ubicado en uno de los córners. De Marcos, destacado ayer, hizo lo propio con otro seguidor del Athletic nada más atender a la televisión