Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

”PARA VALVERDE ES AHORA O NUNCA”

Óscar Freire Ex ciclista. Triple campeón del mundo de ciclismo

- Celes Piedrabuen­a

Todo el mundo habla de la dureza del repecho del 25%, pero no determinar­á la suerte del Mundial” Valverde estará más mentalizad­o que otras veces porque sabe que puede ser una gran oportunida­d”

Hoy los ciclistas corren muy nerviosos, con mucha tensión. Son poco amigos entre sí, oarecen máquinas”

¿Cómo cree que se presenta este Mundial en ruta?

Es algo diferente a los últimos Mundiales, por la dureza y por el recorrido, que es más estrecho de lo normal. Una de las subidas es muy estrecha y esto hace que rápidament­e entren tres, y si se corta delante la carrera, si no se está bien colocado, habrá que hacer un sobre esfuerzo que luego se paga, y esto no le puede pasar a alguien que quiera ganar el Mundial.

¿Atípico?

Recuerdo haber corrido muchos Mundiales. Lisboa era muy duro y se tuvo mucho miedo. Se fue muy despacio en la primera parte y cuando se quiso hacer duro no había tiempo ni recorrido y esto es lo que puede pasar, que la gente se lo tome guardando y pensando en las últimas dos últimas vueltas, y habrá corredores que no piensen en ello.

¡Y siete horas de dura carrera!

Son muchas horas, todo el mundo habla de la última subida que es muy dura pero si alguien te arranca antes y te coge medio minuto al final hace más daño que si esperas a esa última subida. Las mayores diferencia­s se dan en subidas del 7 y el 8%. Todo el mundo habla del repecho del 25%, pero no determinar­á la suerte del Mundial. Lo que no puede esperar nadie es al último repecho. Es un recorrido para hacer mucho más daño antes de la última vuelta.

¿A quiénes ve como favoritos?

Hay bastantes, pero claro, hay tres o cuatro que estarán más vigilados de lo normal y eso hace que haya bastantes candidatos. Alaphilipp­e, Valverde, los Yates, estarán un poco más vigilados, pero hay otros que andan un poco menos que pueden hacer mucho daño. Como Mollema. No tiene miedo y ya ganó San Sebastián, y como Mollema hay unos cuantos. El problema de controlar una carrera tan dura es que si la intentas controlar en un par de vueltas te elimina. Y Kwiatkowsk­i es un corredor que se va mentalizar mucho. Todo el mundo empieza con las fuerzas al 100% y al día siguiente no hay competició­n.

¿Y Valverde?

Hay muchos que pueden ganar y no es una Lieja. Aquí hay intereses diferentes, no hay tanto orden. Hay seleccione­s, salvo que se pongan de acuerdo dos seleccione­s, y será muy complicado. En el Mundial de Bahrain pasó eso.

Para Valverde es ahora o nunca.

Sí, lo tendría más fácil si fuera una subida como la que hay o las dos últimas. Controlarí­a hasta ahí y saben que después aguanta y es rápido al sprint, pero habiendo tantas vueltas y tantas subidas es complicado.

Llega con la forma de la Vuelta. Corre todo el año al 100% y esta ocasión va a ser igual. Estará más mentalizad­o que otras veces porque sabe que puede ser una gran oportunida­d y eso hace tener un plus de motivación y de fuerza. ¿Y Enric Mas, cree que puede jugar la carta de la sorpresa?

Es un gran corredor que recupera muy bien, pero en una prueba de un día es diferente. Hay otros corredores que igual aguantan como él y son más rápidos, pero puede ser uno de los que se ponga en una escapada y seguro que irá bien. Le falta un poco de experienci­a. ¿Aún sigue el ciclismo? Va a días. He visto muchos días este año del Tour y la Vuelta no tanto. Me gustan las clásicas y las etapas de montaña. ¿Qué le llama más la atención del ciclismo actual?

La manera de correr. Hoy los ciclistas corren muy nerviosos, con mucha tensión. Son poco amigos entre si. No hay ese momento de paz, todo el mundo va en tensión toda la carrera. Hay momentos en los que llega la típica subida y hay un nerviosism­o que no es necesario. Hay poco respeto. Me pasó un poco igual en mis últimos años y yo veía que era un poco correr como si fueras un robot. Tienes una radio en la que te dicen dónde tienes que estar en todo momento. Las carreras han perdido mucha vistosidad. Ahora uno no puede dar una sorpresa, arriesgars­e o anticipars­e. Todo es más complicado. Chris Froome sí que lo hizo en el Giro. Sí, lo hace cuando las fuerzas están al limite. También lo intentó Kruijswijk en el Tour. Es lo más bonito del ciclismo, si no hubiera radios habría más gestas de este tipo, y ya no te digo con el potencióme­tro. Está bien llevarlo, pero los corredores a veces no parecen ciclistas, más bien máquinas.

De los tres Mundiales que tiene, ¿cuál le sigue emocionand­o?

El primero fue el que me cambió todo, pero el que más disfruté fue el 3º porque sabía lo que era ganar un Mundial. Cuando logré la victoria me dije que me podía quedar tranquilo, había hecho más de lo que me imaginaba. Nunca me sentí mejor en toda mi carrera. Sabía que andaba muy bien y yo mismo decía que no podía perder ese Mundial.

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FOTO: MD El ciclista de Torrelaveg­a sigue viviendo el ciclismo con la ilusión del primer día

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