Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Lío enorme en el camarote de la RFEC con Mínguez
El seleccionador nacional quiere una mejora salarial para seguir en el cargo a partir de 2019
Algo sucede cuando tras la consecución del Campeonato del Mundo de Ciclismo en ruta de Alejandro Valverde el pasado domingo en Innsbruck (Austria) todo deberían ser alegrías y buenas noticias regadas de tinta de euforia, y paralelamente surgen amargas noticias acerca de la continuidad de Javier Mínguez al frente de la selección. De este vallisoletano de 69 años se ha podido leer y escuchar que no cobraba de la RFEC y que se sentía engañado por su presidente, José Luis López Cerrón, con quien mantiene una buena amistad. Cerrón llegó al cargo en diciembre de 2012 y otorgó las riendas de la selección española de ciclismo en ruta a Javier Mínguez, dada su experiencia como ciclista y ex director de equipos como el BH, el Amaya Seguros o el Vitalicio Seguros.
Cerrón le dijo a Mínguez que no había dinero para pagarle y éste aceptó no cobrar ni un euro en 2013 y 2014. El máximo dirigente de la RFEC argumenta esta decisión por la deuda que se encontró al llegar a la RFEC, de 3.600.000 euros. “No teníamos dinero ni para comprar folios”, explica Cerrón a MD. No le quedó más remedio que pedir un préstamo al Consejo Superior de Deportes (CSD) de 600.000 euros para poder hacer frente al día a día y trazar un plan de viabilidad.
Al servicio de la RFEC
La caja de la RFEC mejoró y los años 2015, 2016, 2017 y 2018 sí que hubo dinero para pagar a Javier Mínguez, quien cada año ha cobrado 25.000 euros brutos en régimen de autónomo. Parte del descontento del seleccionador nace del conocimiento de las diferencias salariales en la RFEC, lo que deriva en las declaraciones de “a este precio no sigo” o “Cerrón me ha engañado”, palabras que le fueron contestadas con un “yo no te he engañado”, según ha podido saber MD.
Zanjado este punto, el mismo día de la celebración en Innsbruck del oro de Valverde llegó el motivo del verdadero enfado de Mínguez, cuando el presidente, llevado por un exceso de euforia, preguntó en voz alta a los corredores en medio del jolgorio si querían que éste siguiera al frente de la selección, a lo que respondieron que sí. “En el momento de la alegría vale todo, pero después hay que sentarse. He discutido por las formas. De ahí me viene la rabieta, de cuando pregunta a los corredores si quieran que siga. Ellos responden que sí y él dice que ya estaba renovado. Esto no es así”.
Al otro lado del teléfono a Mínguez se le nota muy molesto. Conocedor de esta situación Cerrón le ha tendido la mano y le ha pedido que diga qué quiere cobrar. No ha encontrado respuesta, por ahora. “Yo no he pedido dinero. No es un problema de Mínguez, sino del ciclismo. El ciclismo está por encima de Mínguez”. De forma que la patata caliente está en el tejado de la RFEC, que tiene que decidir el sueldo de un seleccionador que le ha dado a España su sexto oro en ruta en un Mundial y cuatro medallas. “No sé lo que va a pedir”, apunta Cerrón a MD. Da la sensación que si por él fuera mejoraría el contrato a Mínguez, pero no será fácil. “Piensa que este año teníamos un presupuesto de cuatro millones de euros para todas las especialidades”, una cantidad que se antoja corta. “Él ya me ha manifestado que su contrato tiene que subir. Considero que es una de las personas que más sabe de ciclismo, que es la persona ideal para llevar la selección española y así lo han dicho los corredores”, finaliza Cerrón.
Mientras, Javier Mínguez sigue esperando a que suene el teléfono en su casa de Valladolid