Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Williams es el nueve
Tirar de paciencia suele resultar aconsejable cuando las cosas no acaban de salir como uno espera. De lo que se trata es de seguir intentándolo, de insistir una y otra vez, de no venirse abajo. Más cuando de un joven delantero de un equipo de fútbol se trata. R esulta justo e incluso necesario incidir en que la sequía realizadora por la que atraviesa Williams en San Mamés es algo que se sale de los cánones habituales. Hay que remontarse hasta diciembre de 2016 para encontrar el último gol del punta bilbaíno en un partido de Liga disputado en el estadio rojiblanco. Casi nada. A l nueve del Athletic, por otra parte, le cabe el mérito de acumular 89 compromisos ligueros consecutivos defendiendo la camiseta de su equipo. Más de dos torneos de la regularidad seguidos sin faltar a una cita. Un dato a tener también en cuenta porque, confianza del míster de turno al margen, demuestra la fortaleza física de un futbolista que está en condiciones de ser alineado una jornada sí y a la siguiente también. No todos los jugadores pueden decir lo mismo. N o son buenos números, sin duda, los del ariete del Athletic en lo que a capacidad realizadora hace referencia. Tampoco hablamos de un delantero centro del estilo de Aduriz, Urzaiz, Carlos...Williams responde a otro perfil de futbolista. K uko solía comentar en su época de jugador que estaba de que sí o de que no en función de la racha del momento. Unas veces las metía hasta de rebote. Otras, en cambio, el balón se le iba fuera por poco o al palo. I ñaki apenas tiene 24 años todavía. De lo que se trata, por tanto, es de confiar más en él y no de lapidarle. Lo bueno con él, sin duda, está por venir. Al tiempo