Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El Barça Lassa se enfrenta a un arranque de Euroliga exigente
Los azulgrana, que mañana jueves visitan la pista del CSKA, tendrán que jugar seis de los primeros ocho encuentros fuera de casa
El enfrentamiento ante CSKA, semifinalista de la Euroliga (y probablemente el equipo con más presupuesto de la competición) constituye una prueba de fuego para el Barça Lassa mañana jueves en Moscú pero lo que sigue tampoco es para menos.
Los azulgrana tendrán que jugar seis partidos a domicilio en las primeras ocho jornadas, una mala jugada del destino en el calendario de la competición continental. A la visita a Rusia seguirán los desplazamientos a las pistas de Herbalife Gran Canaria, Darussafaka, Khimki Moscú, Zalgiris y Panathinaikos. Solo en la jornada 3 (Bayern Munich) y 5 (Maccabi Tel Aviv) de las ocho primeras los azulgrana jugarán en el Palau ante su público.
Empezar con un calendario tan duro supone una dificultad añadida en una competición en la que cualquier error se penaliza y se paga muy caro. Y más, como sucede en el caso del Barça, si el equipo en cuestión acaba de sufrir una gran remodelación durante el verano y todavía adolece de los automatismos de los equipos más rodados.
Está claro que el avance de la competición acaba compensando este desajuste pero las consecuencias de este arranque para un equipo que viene de sufrir decepciones en las dos jornadas precedentes y busca una inyección de confianza rápida pueden ser imprevisibles.
La pasada temporada, por ejemplo, el Barça perdió 10 de los primeros 14 partidos, lo que le dejó con escasas opciones de clasificación en la segunda vuelta, y no logró ganar un partido a domicilio hasta la jornada 15.
Como es lógico, la dureza de este inicio resulta preocupante también en el club. Así lo manifestó el manager de gestión, Nacho Rodríguez, el pasado lunes en Barça TV, al analizar la situación del equipo en el inicio de la competición.
Rodríguez lamentó que este calendario asimétrico de Euroliga haya deparado tanta dureza pero no quiere que eso sirva de excusa. “Es una liga y al final eso se acaba compensando. Queremos competir desde el primer día en Moscú. Tenemos que ser optimistas por- que el equipo está trabajando bien”, manifestó.
Rodríguez fijó una meta inicial clara del equipo en esta fase regular. “Hemos de intentar estar entre los 8 primeros en Euroliga es el objetivo que nos hemos marcado”, dijo. “El Barça ha de estar entre los ocho primeros por prestigio e historia. En los últimos años no nos hemos adaptado a un formato
muy exigente. No lo hemos hecho bien pero este año hemos de estar entre esos ocho primeros sí o sí”, sentenció.
El caso es que la Euroliga ha diseñado este año un calendario atípido respondiendo a intereses no tanto deportivos como de promoción. Eso ha hecho que no se alternen tan a menudo las jornadas en casa y a domicilio como suele ser
habitual, incluso en semanas con doble duelo.
El Barça es el equipo con un inicio más difícil, igualado con el Maccabi de Tel Aviv, que también jugará seis partidos fuera de Israel en estas ocho primeras jornadas. Por contra, hay otros como el Bayern Múnich que se benefician de lo contrario, al poder jugar seis de esos ocho en su casa