Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El club hará lo que le pidan sus técnicos
De entrada ya no se descarta abrir la puerta a un regreso de Neymar, sabiendo que es muy complicado
El FC Barcelona siempre busca lo mejor en el mercado para reforzarse. Por eso fichó a Neymar en 2013 y por eso le dolió tanto su marcha al PSG en 2017. Perdía a un jugador diferente, desequilibrante, valiente y goleador. Además, el brasileño era un reclamo publicitario de primer orden, un icono mediático planetario que atraía a los aficionados y a las marcas comerciales. Por ese motivo, su marcha fue tan traumática.
Por los mismos motivos, porque el jugador es del máximo nivel deportivo, y una vez ya ha pasado más de un año de su marcha, la perspectiva del Barça sobre Neymar ha variado. La situación se ha ido desinflamando, sobre todo al nivel de la junta directiva, donde han llegado los mensajes en forma de SOS del crack brasileño y donde se empieza a entender que lo suyo fue una equivocación, algo de lo que nadie está exento.
Así, a día de hoy la cúpula azulgrana está a la expectativa en todo lo que concierne a Neymar. Y eso ya es mucho porque hasta ha- ce pocos meses nadie contemplaba un posible regreso del brasileño pese a sus llamadas de socorro. Ahora eso ha cambiado y la postura es que se hará lo que pidan los técnicos. Es decir, que si desde el área deportiva y el banquillo del primer equipo se considera que sería bueno intentar repatriar a Neymar al Camp Nou, se intentará.
Todo ello, sabiendo que es una empresa harto difícil porque los jugadores que firman por el PSG se comprometen a vivir en una cárcel. De oro, pero cárcel al fin y al cabo. Ahora bien, si alguien tiene capacidad para romper esas rejas (cerradas hasta 2022) es un jugador como Neymar, una marca publicitaria por sí sola con una implantación global y con un entorno a su servicio capaz de poner en jaque al más pintado.
Nasser Al-Khelaifi no es buen enemigo, pero también le debe a Neymar el mayor ‘pelotazo’ mediático de su presidencia. En el fondo, también está algo en deuda con él. Mantener a un crack de su potencia a disgusto en el club también sería dar lugar a una situación complicada